19 noviembre 2013

Cuando la vida era distinta

He vuelto aquí,
a fin de cuentas nunca supe hacer nada mejor,
en esta ocasión mi fortaleza es mi talón de Aquíles.

" Cuando la vida era distinta".... ¿Recuerdas como era?
Por fin esa frase ha arrancado dos sonrisas.
Quería demostrarte que ya no lo recuerdo.
Por fin mi cabeza entiende como funciona esto.

He llegado hasta aquí, ahora ya no llevo ningún peso,
los he abandonado en el trayecto,
ahora no me duelen los recuerdos, asepticos y concretos
viven mejor en este cuerpo.

Me he convertido en un alma libre que solo siente cada momento.

"Cuando la vida era distinta"...
y mil pedazos por los suelos.
¿Recuerdas esos sueños? Los que nos contábamos luego.

Nunca supe escribir bonito, pero hoy por fin he aprendido,
puedo coger todo lo bueno, y transformarlo en silencio,
porque ahora soy distinta
ahora sé que puedo.

Que sepas que...

Si morimos mañana que sepas que
cuanto pude amarte, te amé.
Que sepas que me han quedado huellas
rondando por la piel.

Que sepas que,
lo mejor que podía, lo intenté.

Quizá no fue la forma en la que tú querías,
quizá no fue patente lo que habitaba en mí,
tal vez de tanto amarte... al final me perdí.


Tal vez rompí cosas al chocar contra todo,
tal vez gasté mis fuerzas intentando ser correcta,
no elegí traer conmigo lo que vive en mi cabeza.

Si morimos mañana que sepas que
de tanto mundo cotidiano me quebré,
que el amor no esta esparcido en cualquier parte,
que podría encontrarlo a trozos, pero eso ya no vale.

Que la vida se me antoja complicada,
que no sé vestirme de otra piel,
que si encuentro la manera de hacerte feliz....
lo haré.









Recuerdos



Tengo recuerdos de las huellas de tus dedos,
tengo recuerdos de mi piel erizada por tus besos.
Echo de menos ese silencio entre tus labios y mis pechos,
esa calidez que tenias en el pliegue de tu cuello,
aún no lo puedo evitar, pienso en ti y se me excitan los recuerdos.

Echo de menos tus caricias, y el rumor de los jadeos,
mis suspiros en tu oído y el ritmo de los cuerpos.

Añoro la oscura mirada que mi excitación despertaba.
Añoro la ronca voz con que me susurrabas.

Cierro los ojos e imagino que me abrazas por la espalda,
la dureza de tu sexo, la calidez de tu cama.

Tengo recuerdos cristalinos del sabor de tu boca,
del tacto de tus curvas, de casi todas tus cosas.

De mi pelo en tu pecho a ritmo lento
de tus dedos en mi lengua, de los huesos de tus manos, 
de lo negro de tus ojos, de lo hermoso de tus rasgos.

Tengo tu mirada anclada en mis entrañas,
oscura, profunda y desalmada y tengo recuerdos mojados
que no me dejan centrarme en nada.

Añoro tus dedos agarrados a mi piel,
mi voz temblorosa y la forma ansiosa en que me empujabas a la pared.

Tengo recuerdos de lo que ahora es un cuerpo ajeno,
uno que fue la cima de mi montaña en aquel instante.

Tengo recuerdos 
y ya no sé qué hacer con ellos.




Original 19/11/2013