26 mayo 2019

Qué pena me da



Qué pena me da tu cama fría,
tu piel sin caricias.

Qué pena me da
la forma fútil
en que consumes tu vida.

La ausencia prolongada de las sonrisas en tu cara
lo vacía y asolada que está tu alma.

Qué pena me da que comas de pie, en la cocina
que no sepas llenar el tiempo con nada nuevo
que no despiertes cada día con un beso
que no sientas nada parecido al apego
que llenes de trapos los agujeros
para no caer siempre en ellos.

Qué pena me dan tus habitaciones grises
tus horarios inflexibles y tus caminos trillados.

Qué pena me da que no sientas nada
que no veas nada
que no te pares nunca
por si a la vez todo se para

Que pena me da
que un sentimiento te desordene
que no dejes espacio para que nada entre
que huyas de todo
que duelas siempre.







10 mayo 2019

Pero soy yo la que está rota




Me he desbordado hacia dentro
y en esta cueva chocan las olas.

He perdido el tiempo y la energía
para intentar estar a solas.

He girado el mundo para encontrarme
y descubrir que estaba rota,
hay quien viene sin herramientas
aunque sepa usarlas todas.

He abierto las puertas que daban al abismo
mientras hay personas que ni las rozan

pero soy yo la que está rota.

He visto a la gente lamer el suelo
alimentarse de las sobras
pero el fondo es intrascendente
frente a la importancia de las formas

eres tú quien lo hace feo
pero soy yo la que está rota.

No cabe mas basura
debajo de tu alfombra
se te transparentan los monstruos
bajo la ropa.

Pueden fingir cualquier emoción
porque es la apariencia lo que importa

Cuando caminas se escuchan
tus piezas sueltas
y los glaciares habitan en tu boca


pero soy yo la que está rota.






08 mayo 2019

Aire amargo




El día que tuve que decirte adiós
el aire sabía amargo,
me abrasaba la piel y las entrañas
tener que respirarlo.

Quise ser valiente, por una vez.
Reuní todo el dolor en una sola frase
porque no existen palabras exactas
cuando se trata de marcharse.

Te parecerá una tontería que te diga
que no he dejado de amarte ni un instante.

Te decía adiós y sabía 
quien tardaría más en curarse.


Supe que desde ese momento
la tristeza me haría de paisaje
que volvería la rabia sobre mí
hostil y salvaje.

Porque nunca es fácil permanecer
si quieres salvarte
y no existen puertas abiertas
cuando se trata de marcharse.


Te decía adiós y sabía 

quien tardaría 

más en curarse.







03 mayo 2019

Una noche sin estrellas



Era una noche cerrada,
sin estrellas ni luna que nos iluminaran.

Tú y yo por una calle desierta
sin decirnos nada.

Me retumbaba en los oídos
el eco de las pisadas,
la respiración entrecortada
el silencio haciéndose espeso
y la mirada siempre fija en el suelo.

Me llevaste lo suficientemente lejos,
a un lugar perdido, donde nadie pudiera vernos.

Nos abrimos en canal
en lo que dura un paseo.

Querías que tu vida funcionara
y dejarte fuera los sentimientos.
Que la vida te encajara
haciendo lo correcto,
yo seguí caminando con la mirada en el suelo.

Quería cuidarte,
que mis palabras se posaran en tu piel
que supieras que estaba dispuesta
a deshacer tus nudos.
A deshacerme yo,
que solo era un nudo más.

Miré alrededor,
a las sombras siniestras 
de los arboles en la noche
escuché tus abstractas palabras
con tintes de reproche.

Me quedé perdida en tus ojos
y pensé - no me conoce- 
y la vida se nos vino abajo
desde entonces.

Ahora sé que todo lo hicimos mal
desde aquella noche.