03 mayo 2019

Una noche sin estrellas



Era una noche cerrada,
sin estrellas ni luna que nos iluminaran.

Tú y yo por una calle desierta
sin decirnos nada.

Me retumbaba en los oídos
el eco de las pisadas,
la respiración entrecortada
el silencio haciéndose espeso
y la mirada siempre fija en el suelo.

Me llevaste lo suficientemente lejos,
a un lugar perdido, donde nadie pudiera vernos.

Nos abrimos en canal
en lo que dura un paseo.

Querías que tu vida funcionara
y dejarte fuera los sentimientos.
Que la vida te encajara
haciendo lo correcto,
yo seguí caminando con la mirada en el suelo.

Quería cuidarte,
que mis palabras se posaran en tu piel
que supieras que estaba dispuesta
a deshacer tus nudos.
A deshacerme yo,
que solo era un nudo más.

Miré alrededor,
a las sombras siniestras 
de los arboles en la noche
escuché tus abstractas palabras
con tintes de reproche.

Me quedé perdida en tus ojos
y pensé - no me conoce- 
y la vida se nos vino abajo
desde entonces.

Ahora sé que todo lo hicimos mal
desde aquella noche.