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28 enero 2020
Podías hacerlo peor
Parecía imposible alimentar este dolor,
solo tú podías hacerlo peor.
A través de otros he podido saber
el material con el cual levantas tu pared.
Que sigues amando el terreno que has devastado.
Que te arrepientes de los errores que has cometido
y yo en mi agujero
me he sentido error desde el principio.
Que sigues viviendo en el pasado
que todo para ti es demasiado
Estabas mirando a otro dolor
y por eso no veías el mío.
Yo era la bruja del cuento,
la figura perfecta a la que escupir la culpa.
Olvidaste que era yo quien al principio
ponía la cordura.
La que vio venir el dolor cuando tú ni siquiera lo pensabas.
Algo más se ha roto en el interior de mi celda.
Le cuentas a un extraño tus heridas
pero a mí me las ocultas.
Le hablas a cualquiera de lo que sientes,
como si tú lo supieras, como si fueras capaz de sentir algo
en ese iceberg en el que vives.
Has encontrado en mí el blanco perfecto
al que disparar tu miedo
y me he sentido estúpida
en el fondo de mi agujero.
12 abril 2019
Esparcir al aire
Ya no hay nadie que recoja las semillas,
nadie que las esparza al aire.
He mirado una pantalla
en la que frase tras frase
las letras morían en la nada.
He pensado que tal vez fui demasiado estúpida
o demasiado frágil,
y he dado la vuelta a mi planeta
para que te sea fácil.
Has dejado una marea en este charco,
desde que tu piel abrasó la mía
no hay un día
en que mi barca a la deriva
no acabe en tu barranco.
Espero algo
tal vez para cerrarme las heridas
para escapar del atasco
para explicarle a mis putos pozos
que no ha sido para tanto.
Mientras tú respiras,
en mi pecho estanco
se abre paso el recuerdo
del peso de tus brazos.
Es increíble lo que hacemos,
cuando nos duele algo, los humanos.
Salir corriendo hasta desplomarnos
derribar las paredes de un portazo
refugiarnos en el miedo
y llamarlo tu regazo.
Ya no hay nadie que sople
y lo esparza todo al aire.
nadie que las esparza al aire.
He mirado una pantalla
en la que frase tras frase
las letras morían en la nada.
He pensado que tal vez fui demasiado estúpida
o demasiado frágil,
y he dado la vuelta a mi planeta
para que te sea fácil.
Has dejado una marea en este charco,
desde que tu piel abrasó la mía
no hay un día
en que mi barca a la deriva
no acabe en tu barranco.
Espero algo
tal vez para cerrarme las heridas
para escapar del atasco
para explicarle a mis putos pozos
que no ha sido para tanto.
Mientras tú respiras,
en mi pecho estanco
se abre paso el recuerdo
del peso de tus brazos.
Es increíble lo que hacemos,
cuando nos duele algo, los humanos.
Salir corriendo hasta desplomarnos
derribar las paredes de un portazo
refugiarnos en el miedo
y llamarlo tu regazo.
Ya no hay nadie que sople
y lo esparza todo al aire.
20 marzo 2019
Pienso en ti de vez en cuando
Pienso en ti de vez en cuando, y solo deseo que seas todo lo feliz
que te deje ser tu vida.
Pienso en mí, más a menudo, y me arranco esos hilos
que acaban en nudo.
Todo lo que de oscuro habitaba en mí,
en realidad era tuyo.
Ahora abro las cortinas y dejo que pase la luz,
ahora salto porque he estado demasiado tiempo de puntillas,
ahora me encuentro más de lo que me pierdo
tengo cosas bonitas volando a mi alrededor
y menos pena y menos miedo.
Pienso en ti, de vez en cuando,
y el sabor de mis pensamientos
se vuelve agrio y amargo
porque te he querido tanto
que ojalá hubiese conservado algo.
Algo que equilibrase la balanza
un recuerdo compensado
uno al menos, en el que yo ganara.
No he podido evitar que nuestro recuerdo se ensucie,
que se vean los desperfectos cuando enciendo las luces,
no he sabido encontrar más que dolor y tristeza en él.
He escarbado hasta llegar a la razón
y allí relucía limpia la verdad.
Hay tantas cosas que no pude evitar.
Me lamento todavía de no haber encontrado la manera,
me castigo todavía por no haber elegido una posición distinta
un lugar que no se hubiese convertido en un desierto infinito.
He soltado un par de lágrimas
pero las he secado escribiendo.
He escarbado hasta llegar a ese lugar
donde brilla desnuda la verdad
que tú nunca me has querido
eso solo y nada más
08 enero 2018
Besos en el aire
Hoy has venido
y me has dado dos besos
fríos como la escarcha;
en el alma se han soltado
tres cuerdas rotas de guitarra.
Dos besos que han tocado más el aire
que mi cara.
Sabes que me fijo en los detalles
que has mirado, menos a mí,
a todas partes,
que si hubiese tenido fuerzas
para arrancarme el cuchillo
de la carne
lo hubiese usado
para cortar el aire.
Pero ya no me duele
eso es lo que quiero contarte,
que no me duele la escarcha
ni haber tenido que acostumbrarme
ni tu mirada esquiva
ni tus besos en el aire.
19 septiembre 2017
En el reverso
El paraíso puesto boca abajo
en el reverso de unas manos
y yo que ando despistado
en los nudillos sentado
mirando el paisaje con los ojos entornados.
Me has llamado
con una boca extraña
y mi nombre ha cambiado.
Ni una palabra
donde poder arraigar
y dejar reposar
mi alma cansada.
Ni una palabra
que la pena valga
que haga de contrapeso
y arranqué lo feo
de mis entrañas.
Lo sigo intentando
cada cierto tiempo
para encontrarle un sentido
a lo que llevo dentro.
Es imposible traspasar esas paredes
si las haces de cemento.
No busques nada escondido
entre mis preguntas sencillas
tan solo pretendia
lamerme las heridas.
18 agosto 2017
Tambaleo
Es complicado
cerrar los ojos para no ver
y que tu alma siga mirando.
Apartarse de todo
para que todo no haga daño,
que siga doliendo cuando estás solo
y saber que no puedes arrancarlo.
Que está tan adentro
que la única forma
es disfrazarlo.
Lloré demasiado
y ahora tengo dos surcos oscuros
haciendo a mis ojos de marco.
Lloré demasiado.
Es complicado
que el suelo se tambalee
mientras tú sigues caminando.
He llorado inútilmente
por tu forma oscura y siniestra de dolerme.
Es complicado cerrar los ojos
y tapar las grietas
y que aquello que te ha roto
ni siquiera valga la pena.
04 agosto 2017
Pequeños detalles
Hay cosas que comienzan de una forma tonta.
Con algo mío que te has quedado,
con versiones de cuentos y puertas arrancadas.
Hay cosas inmensas creciendo de la nada.
Entre mis dedos
vagos recuerdos
tranformados en letras
para retenerlos.
Hay cosas, frágiles en apariencia,
que se hacen de roca solamente
porque tú las alimentas.
Una mirada descuidada
que ha alcanzado el objetivo
sin que te dieras cuenta.
Un pellizco en el ombligo
que ahora es una ruleta rusa
y un cargador dando vueltas.
Esos pequeños detalles, efímeros en apariencia,
que se graban en la piel sin darte cuenta.
Buscar formas en las nubes y no preveer la tormenta
que eran cuatro gotas al principio
incapaces de mojar la tierra.
Hay cosas que comienzan de una forma tonta
pero crecen tanto que te hacen sombra.
Que van calando hasta tocar
el suelo de tus pozos
donde el sol nunca calienta,
y está tan oscuro que tú no te das cuenta.
Ya ves, cosas fútiles, en apariencia.
Con algo mío que te has quedado,
con versiones de cuentos y puertas arrancadas.
Hay cosas inmensas creciendo de la nada.
Entre mis dedos
vagos recuerdos
tranformados en letras
para retenerlos.
Hay cosas, frágiles en apariencia,
que se hacen de roca solamente
porque tú las alimentas.
Una mirada descuidada
que ha alcanzado el objetivo
sin que te dieras cuenta.
Un pellizco en el ombligo
que ahora es una ruleta rusa
y un cargador dando vueltas.
Esos pequeños detalles, efímeros en apariencia,
que se graban en la piel sin darte cuenta.
Buscar formas en las nubes y no preveer la tormenta
que eran cuatro gotas al principio
incapaces de mojar la tierra.
Hay cosas que comienzan de una forma tonta
pero crecen tanto que te hacen sombra.
Que van calando hasta tocar
el suelo de tus pozos
donde el sol nunca calienta,
y está tan oscuro que tú no te das cuenta.
Ya ves, cosas fútiles, en apariencia.
20 junio 2017
Sobrevivir
Escribir ya no te quiero doscientas veces en la pared
hasta que sea cierto.
Evitar lugares que irremediablemente están unidos a ti.
Hundir los dedos en un helado de nata.
Sobrevivir.
Maquillarme frente al espejo pero con los ojos cerrados
cubrirme con tantas capas que parezca otra.
Estrenar la función al cruzar la puerta.
Sonreír.
Sonreír.
Quitarme las grapas al llegar a casa.
Sobrevivir.
Imaginar un mundo en el que soy más fuerte,
más impermeable, más resistente.
Arrancar los recuerdos que nacían en tu vientre
sumergidos en alcohol hasta verlos transparentes.
Arrancar las letras del teclado que componen tu nombre
y no poder escribir nunca más esas palabras.
Permanecer con la mirada fija en una pantalla apagada
porque ha dejado de importar lo que haya delante.
Protegerse de la pena existencial que me quiere devorar
desde que me siento una marioneta triste que no recuerda
cómo vivir.
Cómo rozar, cómo sentir.
Cómo volver a sonreír.
Cómo rozar, cómo sentir.
Cómo volver a sonreír.
Aguantar la respiración y seguir.
Acostumbrarse a este filtro gris.
Sobrevivir.
13 junio 2017
Una colisión
De una colisión
estos cristales clavados
estas feas cicatrices
este miedo irracional
a no creer lo que me dicen.
Este gesto apagado
esta ausencia de destello
esta sangre congelada
este agujero de mi pecho.
De una colisión
esta certeza
este silencio
esta huida
este momento.
De una colisión
este desastre alrededor
este cambio de ubicación
esta nueva perspectiva
este giro en el guión.
De una colisión
esta torpe compostura
este temblor en mi voz
esta Medusa oscura
haciendo piedra el interior.
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