Mostrando entradas con la etiqueta **. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta **. Mostrar todas las entradas

11 enero 2023

Geometría



Una lagrima cilíndrica
encerrada en tu espacio cuadrado,
dos rombos tumbados
sobre tu ángulo en 90 grados.
Mi esfera.
La circunferencia perfecta
que rodea tu esencia piramidal.
Tu rectas paralelas
hacen de barrera  a mi espiral

Un triángulo equilátero
haciendo un doble mortal
que en elipse recorre
tu columna vertebral.

Soy una curva en descenso
sobre la empinada pendiente
de un triángulo escaleno.

Ya no encaja ninguna pieza
ahora soy el agujero.




08 mayo 2020

En mí



Querías una mujer sutil, que te mirase embelesada
una mujer que te llevara el desayuno a la cama
pero te fijaste en mí
que soy mas parecida a un bocado en las entrañas.

A mí
que se me levantan las paredes solo con la fina linea
del grosor de una pestaña,
a mí, que me gusta caminar descalza, 
porque si me hiero, me lamo las heridas hasta arrancarlas.

A mí que se me enciende la sangre
y no hay quien sepa cómo apagarla,
una bomba de precisión 
una medusa ciega que te encuentra por la voz.

Querías alguien normal que hiciera juego con tu vida superficial
y te ahogaste en mí
que soy la laguna más profunda.

En mí
que habitan los monstruos de los que huyes,
en mí
que lleno de sal tus aguas cristalinas
que soy lo más lejano a tu mundo prefabricado.

En mí
que estuve siempre buscando el equilibrio
poniendo peso
en el sitio equivocado.






Un monstruo ocupando tu piel


Un monstruo ha ocupado tu piel
y no sé si te has dado cuenta,
quizá le dejaste tanto espacio que se alimentó de ti
hasta llenarlo.

Quizás tu tendencia a la oscuridad
ha conseguido devorarte.

Este patético espectáculo que me obligas a presenciar,
caída libre al precipicio y yo sentada en la grada principal,
ocultándome la cara con las manos para que nadie me vea llorar.

Ahora quiero huir
pero no me dejas.

Como si pretendieras obligarme a ver
el modo en que el monstruo crece
hasta hacerte desaparecer.

Ya no tengo voz,
ni nada que contarte
ni valor para mirarte
y agacho la cabeza y te muestro el lomo
por si quieres golpearme.

Nada ya puede dolerme.

Me arranqué las fibras que me hacían humana
y ahora soy un ser inerte.

Dentro de ese castillo enorme había pequeñas estrellas
que ya amenazaban con extinguirse
y usé las fuerzas que me quedaban para trepar el muro
y mirar por tus ventanas
ya solo pude ver la oscuridad
que tus demonios propagaban.

No me quedaré este dolor,
conservaré la magia que rocé
la belleza de aquel abismo
que estaba aún por recorrer.

Y te dejo a ti con ese monstruo

que ahora habita en tu piel.









20 febrero 2020

Sin palabras, sin roces, sin aspavientos



Si supieras lo que estoy luchando para que no te conviertas 
en un recuerdo sombrío, de esos que obligan a apretar fuerte los ojos
 y a sacudir la cabeza para que desaparezcan.

Si supieras lo que lucho para que el arrepentimiento 
no gobierne al resto de mis sentimientos.
Ay, si tú supieras lo difícil que resulta.

Esta es la forma que has elegido, de todas las formas posibles.

No he tenido más opción que aceptar
porque es imposible luchar contra la nada
que me has puesto delante.

Yo siempre sobrevivo.
Me levanto, me sacudo el polvo y camino.

Esta es la forma que has elegido.

Si supieras lo que me está costando reconocerte,
encontrar algo bueno entre tanto silencio y tanto gesto forzado.
Preguntarte tranquilamente en qué momento merecí tanto desprecio
con la sana intención de comprenderlo.

¿ Cómo puede el amor vertido transformarse en esto ?
Sin palabras.
Sin roces.
Sin aspavientos.


Yo siempre sobrevivo.
Esta es la forma que has elegido.

Seguiré los pasos que con rotundidad has marcado
para no salirme de tu guión estructurado.

Ya no ocupo, no molesto, no desordeno.
Ya no respiro ni quiero.

Ya soy una pieza más de tu inmenso tablero.

Me quedo quieta, aquí donde me has puesto
observando con la piel quebrada
lo poco que te pareces a mis recuerdos.














Definir el desastre

He buscado sinónimos para definirte
para describir la forma en que alimentas mi amargura.

Eres un calabozo, un rincón oscuro sin aliento ni ojos,
eres la alimaña despedazando los trozos.

Deletéreo
obscuro
estrepitoso

Una sombra proyectada
colgada de mis hombros.

Funesto
cruel
desolador

Una mezcla poderosa
de miseria y destrucción.
las garras afiladas del depredador.

A tu niebla le sigue un frío penetrante
a tu caos le precede cualquier interrogante.

Eres el dolor corpóreo y aplastante.
La nube de oscuro polvo
donde se esconde el desastre.

¡Qué difícil amarte!
¡Qué destructiva fue la intención de cuidarte!

Qué frío.
Qué desgaste.
tu posición asfixiante
tu postura arrogante
tu destructor vendaval
se lo lleva todo por delante

todo en ti
supura desastre
todo para ti

llega demasiado tarde.











Donde estaba él ahora hay un iceberg



Hoy no me ha dolido.

Te he visto, y ese agujero por el que se colaban tus monstruos y 
se escapaban mis mariposas, hoy no se ha abierto.

El hombre que amé ya no existe y tú eres una sombra impostora
ocupando su puesto.

Hoy no me ha dolido y le he amado más que nunca.
A él, que se fue dejándome las noches vacías y oscuras.

Hoy he comprendido que no volverá,
que le perdí en algún rincón oculto de ese cuerpo que tú también ocupas.

No me ha dolido porque el dolor es finito.

Porque nadie merece tanto frío. 
Nadie que haya acariciado tu vientre
como si el centro del universo fuera tu ombligo,
nadie que te haya besado con los ojos cerrados y el alma de par en par,
merece tanto frío.

Nadie que haya ido corriendo y malherido a ocupar tu soledad,
nadie que te haya ofrecido sus alas arrancadas para que tú puedas volar.

Nadie merece tanta frialdad.

Y ha sido en mitad de tu iceberg cuando he descubierto que ya no dolía.

Era una tontería pensar que me dolía el frío, si mi piel ya estaba helada
de compartirse contigo.

Y te he mirado, pero no te he visto.
Porque tú solo eres la cubierta
todo lo bonito que había en ti
se ha desvanecido.



















       Ilustración ABO ( AboK2)

10 febrero 2020

Los ojos más bonitos


Me estrellé 

en las negras pupilas
de unos ojos bonitos
en el gesto tímido
de un hombre sombrío
en su lento susurrar
y el resonar en mis oídos.

Tienes los ojos más bonitos del mundo,
lástima que lo cuenten todo
como que detrás no hay nada.

Un día te hice una foto sin que te dieras cuenta
y eso es todo lo que tengo de ti.

A veces la miro, en un silencio infinito
y me vale eso para sentir la nada que hemos sido.

Tus ojos son tan bonitos
profundos y perdidos
oscuros y cavernosos
sin luz y sin fondo.

Tienes los ojos más bonitos del mundo,
lástima que lo cuenten todo.

Que pena que cuando me miran
hagan periferia de mi centro
que sean tan negros
como el negro abismo
esos ojos tan bonitos
que han movido mi universo.











Las razones por las que he llorado.


Esta tristeza insoluble, escondida en los pliegues de mi sonrisa,
te ha dicho adiós sonriendo porque no conoce otra forma de hacerlo.

Luego, mientras me duchaba, intentando que el agua se mezclara con las lágrimas,
por primera vez he querido comprender por qué lloraba.

No te he perdido, siempre estarás conmigo.
Porque eso es algo que yo he elegido.

He llorado por hacerme prescindible.
Por las cosas simples y cotidianas que ya no viviremos
por los compartimentos estancos que se han creado
en lo recóndito de mi alma.

No conseguí compartir contigo mis locuras.
No conseguí que supieras quien soy
ni siquiera logré disiparte la bruma.

Lloré
por no volver a recoger la ropa esparcida por el suelo
por no haber dicho adiós a tiempo y por haberme conformado
con un simple hasta luegoporque cuando he podido asimilarlo, 
ya había demasiadas cosas que se habían venido a menos.

He llorado por lo cerrado de tus accesos
por no recorrer de nuevo el trayecto de tus venas
por la forma en que leo lo que piensas
por esos ojos que cambiaron la rotación de mi mundo 
haciéndolo inhabitable.

Por no poder comprenderte o por entenderte demasiado.

Ya vivía preparada para un momento como este,
teníamos el final vaticinado desde aquella primera vez 
en que pisé tu suelo mojado.

He llorado por no preocuparme por mí tanto como lo hice por ti,
he llorado por lo innecesario que fue el dolor causado, 
el miedo y la cobardía que han logrado transformarnos.

He llorado por la impotencia de encontrar una pared de frente,
allí donde mi alma pedía un confidente.

He llorado por tus borrones y tus cuentas nuevas
por lo rotundo y pesado de tus puertas
por no poder huir a un lugar donde nunca más me veas.

Por esa oscura nube que ahora siempre te acompaña
por no haberte dejado nada bueno en las entrañas
por todos los ayeres posibles
que ya nunca serán mañana.

Por esas cosas que no pude comprender
por permanecer impasible a un dolor que te vino de frente,
por cambiarme, por romperme,

por tener como única opción dejar de quererte.

Por fingir ser más fuerte de lo que era
mientras la vida se me hacía mil pedazos
por la ausencia irreparable que has dejado
por todas esas razones he llorado.












03 febrero 2020

Ya no importa






Ya no importa. 
En serio, ya no.

La vida no puede pararse, puedes pararte tú
y dejar que la vida te pase por los lados.

Yo fui parte de esa vida que te pasó de largo
mientras permanecías en quietud.

Ni siquiera te giraste a mirar mientras hacía mis
locas piruetas.
Todo el repertorio de habilidades para la muestra
y tú no estabas mirando.

Ya no importa. En serio, ya no.

Nada de mí te pertenece
ni siquiera esta tristeza encallada
que arrastro a la fuerza
porque es imposible escapar
sin darle a mi vida la vuelta.

Y la verdad,
 no creo que lo merezcas.

Ya no importa. 
En serio, ya no.

Puedo vivir sin el temblor de piernas,
sin esas pequeñas cosas que existían solo
porque yo las inventaba.

Pequeñas imperfecciones excesivamente maquilladas
que pude ver con nitidez cuando al girar me ofreciste espalda.

Ya no importa. 
En serio, ya no.

Te he visto con la cara lavada.










28 enero 2020

Incluso volando


Las sienes golpeando
no queda saliva en la boca
las manos están temblando.

Otro paso.

El aire entra caliente
y no sé como expulsarlo.

Un giro rotundo
un matiz humano.

Una cortina líquida descendiendo
de unos párpados cerrados.

Otro paso.

La soledad espesa
tocando las teclas de un viejo piano.

La arruga perfecta de tu liso plano.

El ceño fruncido de las sienes golpeando.

Un cuerpo desnudo de rodillas en el baño
con el agua cayendo sobre el pelo enmarañado.

Otro paso.
A veces, incluso cuando estás volando,
el mundo pesa demasiado.









Te sigo hablando a ti



Te sigo hablando a ti,
aunque ya no estés.


Te sigo hablando a ti
porque te imagino buscándome
a través de las letras
y me saben a caricias
los golpes de las teclas.

Dejó de importarme 
que estuvieras al otro lado
Y empecé a contarte
lo que nunca te había contado.

Que soy de cristal
y me empañaron
los dedos húmedos de tus manos.

No fue fácil desprenderse de
un sentimiento tan pesado
mi frágil cuerpo liviano
del suelo despegado.


Te sigo hablando a ti
aunque te hayas ido sin despedirte.
Aunque a tus ojos entreabiertos
 me haya vuelto invisible.

Tengo tantas cosas que decirte.

Que te sigo hablando
como si no pasaran los años
como si las balas fueran de fogueo
y no hubiésemos muerto de aquel disparo.

Te sigo hablando
como si caminaras a mi lado
como si aún fuera posible
rozarme con tus manos.














Tengo




Tengo la suerte de saber lo que el amor supone cada día.
Tengo cada noche la conciencia tranquila, porque soy coherente 
con mis principios como lo soy conmigo misma.

Tengo la ventaja de poder explicarle a mi cerebro qué es lo que le pasa,
y la capacidad innata de entender que lo que es hoy, puede no serlo mañana.

Tengo ganas y curiosidad para varias vidas.
Tengo el inmenso privilegio de tapar los agujeros escribiendo.
Y también tengo heridas sin cerrar que a veces sangran sin remedio.

Tengo impulsos inmanejables que escapan a las garras de la racionalidad,
y el suficiente entendimiento sobre para siempre y nunca más.

Una venda inmensa que a veces me pongo en los ojos, 
porque sé perfectamente dónde está el cable rojo 
que hace que estalle todo.

A veces la uso, cuando intuyo que es mejor no mirar.

Tengo tantos defectos que los he catalogado,
y tantas cosas bonitas que no sirven para nada práctico...

Tengo penas que se han atragantado y han modificado el mapa mental
porque estaba ocupada sobreviviendo y no tuve tiempo de gestionar.

Tengo pesadas certezas que me impiden volar.
A veces soy más rápida que ellas, echo a correr, no me dejo agarrar.

Tengo la fortuna de coger toda esta rabia y esta incomprensión
y vomitarlas aquí donde no manchen a nadie, hacer un amasijo con ello
y devolverlo convertido en aire fresco.

Tengo días negros en los que toco suelo,
huyo de todo y me limpio las cenizas 
que han quedado al extinguirse el fuego.

Vuelvo a respirar y recuerdo
lo privilegiada que soy y todo lo que tengo.










Mudar de alma




Hoy hemos matado otra parte
y así, poco a poco, hemos dejado de ser nosotros.

Me he vuelto fuerte y por fin me he arrepentido 
de haberte conocido.

El dolor ha superado con creces la línea
que establecían mis principios.

No devolver el dolor
Proteger siempre a quien has querido.

Ser leal.
Ser honesto.
Ser limpio.

Contigo siempre fue lo mismo
tu necesidad de entretenimiento
contra mi exceso de cariño.
Mi frágil alma soñadora
contra tu insaciable egoísmo.
Mi naturaleza saltadora
y tu permanente abismo.

Hoy he sacado los pies del tiesto
porque de tanta tierra me estaba hundiendo.

Esperando que fueses valiente,
esperando que fueses distinto.

Pero tú nunca has sido eso.

Hoy hemos matado otra parte
y ya no necesito hablarte de lo que siento.

He recordado que lo hice muchas veces,
que esta persona nunca te valió la pena
que 1000 días de tristeza chocaron 
estrepitosamente contra tu soberbia.

Ojalá te quieran como te he querido yo,
ojalá supieras perdonar las cosas que yo perdoné
y tener la fuerza para tapar los enormes agujeros
que yo tuve que tapar.

Ojalá seas tan feliz como yo lo soy ahora
ojalá nunca te equivoques y no elijas para romperte
a una mala persona.

Ojalá no cometas mis errores
ni repitas los tuyos.

Hoy hemos matado otra parte,
quizás la última que nos quedaba por matar.

Ir restando poco a poco hasta no reconocerse
hasta mudar el alma frágil por otra más fuerte.

















El secreto



Hoy voy a confesarte mis secretos
escondida tras mi personaje
usando un lenguaje sencillo que defina tanta complejidad.

No me da miedo la soledad
me lo da la multitud.

No temo la herida
me da más miedo ese arma invisible que utilizas.

Puedo ser horriblemente fría,
destructiva y voraz, dependiendo del día.

A veces me quedo sin nada bueno
y me vale para escapar cualquier cabo suelto.

Me empeño en tropezar y tropiezo
en el primer escalón que encuentro.

Tiendo a extraviarme fácilmente
en el timbre de una voz
en el tono de un rubor
y cualquier incertidumbre me parece sugerente.

Mi cabeza está llena casi todo el tiempo
saturada de interpretaciones que no manejo.

Soy tan imperfecta que huiría de mí si pudiera
y a pesar de todo te confieso 
que creo que la pena, la merezco

Detrás de tanto nudo y tanta roca,
de este roto corazón que descoloca lo que toca
está el rincón que siempre dejo abierto.
Para que te refugies de la lluvia
o para cuando tengas miedo.

Que no soy una mujer,
soy un oasis.

Ese era mi secreto.