28 enero 2020

Incluso volando


Las sienes golpeando
no queda saliva en la boca
las manos están temblando.

Otro paso.

El aire entra caliente
y no sé como expulsarlo.

Un giro rotundo
un matiz humano.

Una cortina líquida descendiendo
de unos párpados cerrados.

Otro paso.

La soledad espesa
tocando las teclas de un viejo piano.

La arruga perfecta de tu liso plano.

El ceño fruncido de las sienes golpeando.

Un cuerpo desnudo de rodillas en el baño
con el agua cayendo sobre el pelo enmarañado.

Otro paso.
A veces, incluso cuando estás volando,
el mundo pesa demasiado.