28 enero 2020

Ver tus hojas caer



Discúlpame por entrar.
Necesitaba decirte que no he entendido nada y que a la fuerza siempre es peor.

Puedo inventar una razón sólida que trascienda a la simple crueldad
y puedo buscar razones que lo soporten todo.

Pero si hubiera sabido que te vería convertido en esto
no te habría dejado usar mi piel como abrigo cuando tenías frío.

¡Qué tristeza ver en lo que te has convertido !

Un agujero negro que devora todo a su paso,
que deja sin luz y sin color el mundo y a los valientes que se acercan.

¡Qué tristeza !

Saber que lo bueno que hubo en ti, luchando por aferrarse a un trozo de carne,
fue devorado por tu alma oscura e insondable.

Si hubiera sabido que te transformarías en esto
me habría marchado al otro lado del mundo, para no verlo.

Qué tristeza ver tus hojas caer,
esa seca y estéril corteza que ningún pájaro quiere usar para anidar.

Esa oscuridad que lo ha arrastrado todo.

Qué tristeza esa sonrisa tan bonita que se ha borrado de tu rostro
y ha dejado en su lugar una continua mueca de amargura,
esa rabia oscura que se escapa por tus poros y lo ensucia todo.

Que tristeza tu fealdad y tus malos modos.

Con lo guapo que eras y lo bonitos que eran tus ojos.
Con lo bien que bailas sin esas piedras sobre tus hombros.


Temía que te enrocarías en esa posición distante
que taparías con fuerza tus rendijas y que pasado el tiempo suficiente
ya no te reconocería.

Creía que era imposible estar más dolida y confundida.
Tonta de mí. Eso creía.
Creía que ya habíamos cruzado la fina línea.

Qué tristeza verse obligado a permanecer, no poder apartar la vista 
e idealizarte, imaginarte una vida en la que seas feliz y no ver a la sombra 
de lo que fuiste contaminarse.

Si hubiera sabido que dentro de ti habitaba este ser
en el que finalmente te has convertido me habría ahorrado 
las lagrimas, el cariño y los suspiros.

Estaría más limpia, mas sana y más entera.
No tendría recuerdos turbios girando en mi cabeza.

Y hoy te miraría con esa dulzura que guardo
para quienes pasaron al otro lado de la barrera
y no con esta misera y honda tristeza.