Tú no eres para mí
y yo no soy para ti.
Nos rozamos a ratos
en este túnel del tiempo
que hemos creado.
Acariciamos ese momento
porque es el único en que dejamos
de ser oscuros y cerrados.
Nos acercamos
a lo más parecido que conocemos
a ser humanos.
Pero nunca podremos ser un nosotros
porque somos laberintos.
Tú no eres para mí
y yo no soy para ti.
Intensos, complejos
llenos de miedo y de agujeros.
Demasiado protegidos
para hacer algo sincero.
Te haces hueco en mí
porque a ti te vale el más pequeño
yo no sé por dónde ir
ya que jamás estuve dentro.
Acariciamos esos momentos
en que las ideas se esfuman
y quedamos solo en esqueleto.
Jugamos a ser niños
que no arrastran ningún peso
pero la realidad llega en algún momento.
Tú no eras para mí
y yo no era para ti.
Eso es lo único que sacamos de cierto.