28 enero 2020

Entre humos

Aún no me puedo creer,
la forma en que te equivocas
pensando que lo haces bien.

¿Qué querías contarme?
¿En qué pozo oscuro toca estancarse?
¿ Por qué necesitas que yo sepa de tu vida?
Ni siquiera para hablarme has reunido valentía.





Recojo los pedazos de tu conversación,
habitualmente vacía,
tan vestida y encubierta que parece de mentira.

Tu cortesía cotidiana
se ha encontrado a mi desgana.
Conmigo así no se habla.

Ya no sé leer entre líneas, como solía
ya solo me entran por los ojos evidencias,
no me gusta golpearle a mi conciencia,
ni dejarme cosas rotas por la vida.

Te evaporas lentamente entre tus humos
porque a cada rato empeoras mi recuerdo,
No querría verlo arrastrado por el suelo.
Prefiero reservarme algún segundo.

Ojalá pudiésemos ser normales,
así, como el resto del mundo.

Ya solo veo una sombra desdibujada,
que en los días buenos
genera escalofríos en mi espalada.
Pero no has cambiado nada.

Si no aprendes de la guerra en mitad de una batalla,
¿ Cómo puedo hablarte de las que llevo yo ganadas?
¿ Qué querías decirme realmente?
¿ Qué retorcidas estrategias se pasean por tu mente?

Créeme cuando te digo que yo siento diferente.

Que las cosas que te escondes,
se me muestran evidentes.

Si quieres algo,
o esperas algo,
sé valiente.

Ven a pedirlo,
soy buena gente,
pero si lo haces,
          por favor,

que sea sinceramente.