31 octubre 2016

Un hombre que ya no está



Amé profundamente a un hombre que ya no está.

Hay tantas y tantas maneras de no estar.

A veces, todavía dudo si fue un espejismo,
si fue perdiendo tejido hasta que no le quedó
nada de sí mismo.
Si el verdadero era el otro que tanto daño causaba.

Y  siento que estuve enamorada de un fantasma.

Solo sé que él ya no está.
Están su sombra y su estructura,
su forma de caminar y su espesura.

Hay tantas y tantas formas de no estar.

Él era diferente,
tal vez creíste que no me daría cuenta del cambio.

Primero se fue la actitud, lo más importante.
y tú te empeñas porque ves una presencia
que se parece a la de antes.

Faltan piezas. Y lo sabes.

Luego llegó la tristeza pegajosa y espesa
y no supo limpiarse.

Tantas cosas cambiaron
tan sutiles
todas ellas un presagio de que se iba lentamente
cuando volví a mirar ya no estaba,
definitivamente.

Un día miré aquello que parecía su cuerpo
y dentro había alguien que no reconocía.

Hay tantas y tantas maneras de no estar.




29 octubre 2016

Sin roturas




Hay veces
en las que sólo
quiero verte,
tentando con ello
al dolor y a la suerte.

No me importan
las heridas
ni siento cuánto duelen,
entre poder acariciarte
y este constante vivir ausente
sin dudar un segundo
me quedo con la muerte.

Hay veces
en las que sólo
quiero ser
para tu lengua un sorbo
y que acabes
desplomado en mi cuerpo
al tiempo que estalla todo.


Y lloro
porque quiero todo roto
y en tus profundidades
perderme
pero tú no estás aquí
y sin ti
no sé romperme.





28 octubre 2016

Cuando se apaga la luz



Cuando se apaga la luz
recojo las piezas para volver a unirlas en el interior de mi cabeza
haciendo con ellas una figura distinta, sin contornos ni aristas.

Cuando se apaga la luz
ya no hay sombras ni reflejos
solo queda un corazón latiendo.

Será diferente a mí
y tendrá cosas que yo no puedo tener.

Será divertida y apasionada
mientras permanezca la luz encendida.

Seamos certeros
no guardemos las palabras para luego
nos hemos vuelto vulgares
nos parecemos al resto.

Cuando se apaga la luz
la boca me sabe a veneno
y se me enredan en las pupilas
las cosas feas que siento.

Será más fuerte o será más dulce
y te quedaras dormido con sus caricias.

Será preciosa y deseada
mientras permanezca la luz encendida.

Cuando se apaga la luz
la realidad ya no se maquilla
porque así funcionan el deseo y la vida
solo brillan con una luz encendida.















20 octubre 2016

Para expulsar el dolor



Para expulsar el dolor
meto cosas dentro en absoluto descontrol.

Todo lo que sea necesario para dejarle sin espacio.

Ira.
Orgullo.
Desamor.

Una dignidad fortalecida porque enraizada en ti
ha brotado mi naturaleza destructiva.

Alejada de ti no me siento la mota de polvo
que juntó con cuidado los trozos.

Todo lo que sea necesario para dejarle sin espacio...

Fatiga.
Esfuerzo.
Autocontrol.

Una soberbia enaltecida porque alejada de ti
me nace una fuerza desmedida.

Alejada de ti no me siento la piedra del camino
que provoca tus tropiezos.


Todo lo que sea necesario para dejarle sin espacio...

Soberbia.
Coraje.
Concentración.

Todo, para expulsar al dolor.







16 octubre 2016

Cuerpo



Quieres mi cuerpo
pero sin alma no vale nada.

Allí donde estaba el fuego.
Allí por donde pasaban tus dedos
era mi alma la que gemía de deseo.

Mi cuerpo solo es la cubierta que te ofrezco.
Porque tienes miedo a lo que hay dentro.
Porque no necesitas más que eso.

Pero sin alma no vale nada.
Y es el alma lo que me llevo.

Aquí tienes mi cuerpo
puedes usarlo de vertedero.
Ya está acostumbrado a tu dolor y a tu miedo.

Solo es el túnel por el que entro
cuando necesitas una piel y te jode ser
un humano imperfecto.

Aquí tienes mi cuerpo
pero ya te digo que sin alma no vale nada
y tú has barrido lo que había dentro.

Allí donde te refugiabas de la soledad
ese lugar donde amortiguabas el golpe
de tu aplastante sobriedad
eso era cuerpo, nada más.

Un saco de piel y huesos
donde ausentarse del mundo
y unos ojos vacíos que tuvieron brillo 
por un segundo.

Eran solo cuerpo
y es el alma lo que me llevo.














14 octubre 2016

Merodeo



Hay días en que tu recuerdo me merodea
yo soy una calle desierta
y tus recuerdos me pasean.

Rezaré al pasar del tiempo
y a la paciencia.

Hay días en que vuelan libres
los pájaros de mi cabeza
sin el peso de la realidad
que los retiene en una celda.

Vuelan hasta ti
y beben de tus venas.

A medida que se alimentan
te contagian de la pena.

Esa enfermedad imparable y obscena
que dejaste al marcharte
cuando un día olvidaste
descansar en mi cadera.

Esos pájaros negros
causando el desastre mientras vuelan.

Hay días en que tu recuerdo
abre agujeros en el suelo
volviendo todo inestable, frágil e incierto.

Tu recuerdo
demasiado grande para mi cuerpo.

Mi dulzura transformada en agapornis
tus ansias idénticas a cuervos
aves paradisíacas mueren de sed
en tu desierto.

Yo también seré recuerdo
yo también te merodeo.











12 octubre 2016

En nombre del deseo



Perdóname por haber hecho tantas tonterías
me volvieron loca tus ojos y tu sonrisa,
perdí la noción del tiempo y del espacio
y comencé a compararlo todo con el tacto de tus manos.

Perdona la irracionalidad y el desequilibrio,
la confusión y el colapso que me guiaron desde el principio.

Lo siento.
Por no haber sabido darte argumentos sólidos 
y por la inestabilidad de mis precipicios.

Perdóname por haber escuchado solo a mi piel,
ella que me decía justo lo que quería oír,
que te buscara y me derramara sobre ti.

Lo siento,
me volvieron loca tus recovecos,
los instantes preciosos 
navegando sobre tu cuerpo.

Perdóname por haber hecho tantas tonterías
todas las locuras se me olvidaban con tus caricias
con tu boca oscura frente a la mía.

Lo siento.
Cuántas cosas rotas
en nombre del deseo.












10 octubre 2016

Conseguir cosas asombrosas



He conseguido convencer a mi alma
de que mi mente la engañaba.
He limpiado los rincones oscuros
donde el sol nunca llegaba.

Cosas asombrosas que nunca habría intentado
de no ser por esta cabeza loca que nunca tiene demasiado.

He rehecho mis recuerdos para que encajen en tu talla,
ahora son pequeños e intrascendentes.
Ahora, por fin te encajan.

He conseguido convencer a mi abismo
de que el suelo firme se tambalea.
He tachado varias cosas de la lista
donde los deseos se almacenan.

No eran reales los recuerdos
ni lo eran las huellas.
Eran artificios que disfrazaban
nuestras miserias.

He dejado de preguntarme si mereció la pena,
he dejado de culparme, de disculparte  y de ser la buena.

Me he convertido en herrera y hago mariposas con las cadenas.

No eran sólidos los argumentos
pero las excusas eran perfectas.

He conseguido que sobre los fosos crezca hierba,
que la vida me guste como si no te conociera.

Remover la tierra
y sembrar narcisos donde antes hubo enredaderas.












09 octubre 2016

Ellos en medio



Mentiras que parecen decorados
estratégicamente colocados
entre tus ojos y mis manos.

Besos que saben a prestados
columpiándose descuidados
por el precipicio de unos labios.

Y ellos en medio
completamente despistados.

Excusas redondas
para intelectos cuadrados
esto es lo correcto
ya no cabes a mi lado.

Mi espacio ha menguado.
Ya no cuento con los dedos
ahora cuento por impulsos
has tardado en salir
cien latidos por segundo.

Palabras disfrazadas
para mentes retorcidas
ya no subo por las ramas
ahora voy a la deriva.

Comportamientos estudiados
para esquivar las heridas.

Y ellos en medio 
fingiéndose la vida.











07 octubre 2016

Miedos





Era valiente.
Antes.

Lo que me has dejado es miedo.
Miedo incrustado imposible de arrancar.

Miedo a que lo que das no sea bueno.
Miedo al cariño y al afecto.
Miedo a la naturalidad, a las caricias,
a las palabras que usaremos para hablar.

Miedo a los te quiero,
miedo a los silencios,
a los espacios y al acercamiento.

Miedo a sobrar,
miedo a faltar.

Miedo a estar menguando,
a perder la dignidad
y la cordura y las ganas.

Miedo al tiempo.
Al teléfono.
A tu voz y a mi reflejo.

Miedo a que vuelvas.
A que te vayas.
A que te quedes.

A respirar.

Lo que dejas en mí es miedo.
Un miedo que no estaba allí.

Y desde este miedo comprendo
el hermético intento de protegerse a toda
costa de lo que implica sentir.

Miedo al riesgo que supone vivir.
Dar.
Compartir.

Miedo a que desordenen nuestro mundo
miedo a necesitar más,
miedo a no conocernos
miedo a no cicatrizar.

Miedos que antes de ti
no estaban allí.


05 octubre 2016

Lo que me gusta



Lo que a mi me gusta es tu sonrisa
y las cosas que me cuentas cuando olvidas
todas las capas que llevas puestas.

Lo que yo amo es el tímido gesto con el que me preguntaste
si podías abrazarme, la primera noche que dormimos juntos.

La luz que se enciende en tus ojos cuando me cuentas tus planes.

Lo que añoro es la sonrisa con la que abrías la puerta
y la ansiedad encubierta con la que inundabas mi boca con tu lengua.

Lo que te pedía era que no te fueras
daban igual las montañas que hubiese que cruzar,
te habría esperado mil años y media eternidad.

Me daba igual que no hubiera besos
que tus espacios se convirtieran en agujeros negros
daba igual que tu cuerpo no lloviera sobre el mío
daba igual que fuese un día entre quinientos
yo solo quería oírte hablar y que se te escapara la risa.

Que te quitaras la capa aislante con la que te encaras a la vida
solo de vez en cuando, solo conmigo por ser la favorita.
Daba igual que no quisieras hacerme cosquillas en el cuello
daba igual que algunas veces te quebraras por el medio
daba igual que las vistas desde tu ventana
a veces dieran al infierno.

Lo que a mí me gustaba
era hipnotizarme en tus ojos negros
ver como hacías las cosas cotidianas
y componer música profana con tu silencio.
Que te vieras desconcertado de vez en cuando
porque soy una locura que no puedes razonar
y que cada vez que vuelvas a encontrarte con mi boca
te entren ganas de besar.







04 octubre 2016

Maneras de decirlo

Déjame ayudarte.

Puedo ponerle voz a tus silencios
con un teclado de ordenador.

Voy a ofrecerte unas cuantas frases que puedas usar para marcharte.


Puedes decirme que la vida es demasiado complicada y que no acabas de aclararte.
Que no sabes lo que haces.
Que no ha pasado el tiempo suficiente o
que ahora ya es muy tarde.
Que pides disculpas por no ser consciente del dolor que causaste.
Que prefieres hacer daño nuevo en otra parte.
Que has vuelto a equivocarte.
Que no merezco explicaciones porque yo no soy nadie.
Que lo habías advertido. Que lo avisaste desde el principio.
Que te has transformado en laberinto.
Que te has cansado de mi sabor o que ahora
te sabe distinto.

Que pido demasiado.
Que no conseguí que volaras y ademas hago tu cuerpo más pesado.
Que te lo pongo muy sencillo o lo hago todo complicado.
Que te has cansado de mí.
Que notas que he cambiado.
Que eres tú la razón y vas a evitarme el daño.
Que no sigo tus reglas.
Que siento demasiado.

Tu silencio dice tantas cosas
que al final significan lo mismo.

Que no te quiero.
Que no eres tú.

Que no te necesito.




03 octubre 2016

Me dueles



Me dueles detrás del ombligo
en un lugar escondido
mientras sigo viviendo
sin sentirme los latidos

Me dueles
pero ya no te necesito
me sigue pasando eso
de hacerme un nudo contigo.

Me duele no comprenderte
no saber encontrar la puerta
entre tantas paredes
Quiero poder decirte
que fuiste mucho mejor
de lo que eres.

Me duele no reconocerte
verme empujada a creer
que no eran verdad esas cosas
sobre las que mi amor se sustentaba.
Quiero poder decirte
que de aquel hombre
no queda nada.

Estaba prendida a ti
y se soltaron los alfileres
pero la verdad
es que aún me dueles.