07 octubre 2016

Miedos





Era valiente.
Antes.

Lo que me has dejado es miedo.
Miedo incrustado imposible de arrancar.

Miedo a que lo que das no sea bueno.
Miedo al cariño y al afecto.
Miedo a la naturalidad, a las caricias,
a las palabras que usaremos para hablar.

Miedo a los te quiero,
miedo a los silencios,
a los espacios y al acercamiento.

Miedo a sobrar,
miedo a faltar.

Miedo a estar menguando,
a perder la dignidad
y la cordura y las ganas.

Miedo al tiempo.
Al teléfono.
A tu voz y a mi reflejo.

Miedo a que vuelvas.
A que te vayas.
A que te quedes.

A respirar.

Lo que dejas en mí es miedo.
Un miedo que no estaba allí.

Y desde este miedo comprendo
el hermético intento de protegerse a toda
costa de lo que implica sentir.

Miedo al riesgo que supone vivir.
Dar.
Compartir.

Miedo a que desordenen nuestro mundo
miedo a necesitar más,
miedo a no conocernos
miedo a no cicatrizar.

Miedos que antes de ti
no estaban allí.