Hay veces
en las que sólo
quiero verte,
tentando con ello
al dolor y a la suerte.
No me importan
las heridas
ni siento cuánto duelen,
entre poder acariciarte
y este constante vivir ausente
sin dudar un segundo
me quedo con la muerte.
Hay veces
en las que sólo
quiero ser
para tu lengua un sorbo
y que acabes
desplomado en mi cuerpo
al tiempo que estalla todo.
Y lloro
porque quiero todo roto
y en tus profundidades
perderme
pero tú no estás aquí
y sin ti
no sé romperme.
No me importan
las heridas
ni siento cuánto duelen,
entre poder acariciarte
y este constante vivir ausente
sin dudar un segundo
me quedo con la muerte.
Hay veces
en las que sólo
quiero ser
para tu lengua un sorbo
y que acabes
desplomado en mi cuerpo
al tiempo que estalla todo.
Y lloro
porque quiero todo roto
y en tus profundidades
perderme
pero tú no estás aquí
y sin ti
no sé romperme.