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22 octubre 2020

Noche amarga



Las plantas de los pies contra el frió suelo.

No he sentido magia
somos los restos de algo averiado
que antes funcionaba.

Me quedo helado, sentado al borde de la cama

y oigo tu respiración en mi espalda
nos cruzamos el frío ante la ausencia de palabras.

En la pared dos sombras recortadas

dos seres vacíos que se han dejado  el contenido en la puerta
para que no estorbara.

Quiero despedirme 
pero no sé cómo hacerlo.

Me giro, veo tu mirada perdida en el techo.

- Lo siento- y lanzo la mía contra el suelo.

He contado las baldosas que hay 
entre la cama y la puerta.
Si saliese corriendo ahora, la dejaría abierta.

Nuestro peso me paraliza.
Intento recordar quienes éramos
antes de que el mundo nos pusiera boca abajo
y la pena se llama ahora No poder recordarlo.

Los planetas están más cerca de lo que nosotros estamos.

Me visto despacio, esperando algo...
no nos hará de soporte el tiempo dilatado.
Un beso en la mejilla
un roce en la mano
10 baldosas hasta la puerta
y nos hemos acabado.









28 enero 2020

Guapo




Joder, qué guapo estabas hoy,
qué impotencia más grande
fingir no mirarte
la cabeza agachada 
concentrada en no adorarte.

Cuantas cosas bonitas
debo callarme.

Y tú, a dos metros,
en apariencia altivo y distante
con la oscuridad sumergida
y el hielo como estandarte.

Siempre que te veo 
siento el impulso
de decirte algo bonito. 

Sé que no debo.
Hago una bola con el impulso y lo contengo
con todas mis fuerzas, dentro de mi cuerpo.

Luego lloro, aunque no sé muy bien por qué.

Quizá porque ahora eres un extraño.
Quizá porque ni siquiera puedes verme.

A lo mejor es porque no puedo ser sincera
tampoco sé callarme
y me duele si me obligo.

Joder, qué guapo estabas hoy
maldito nudo en el ombligo
como se convierte el deseo
en un silencio esquivo.

Ojalá pudiese decirte
que sigues siendo el hombre más guapo del mundo
que detrás de esas pestañas se esconde el universo
que siempre te he querido
o
simplemente
algo bonito.





Ahora que puedo




Hoy no te hablaré de lo que fuimos, de lo que pudimos ser 
de lo que no seremos.
Hoy no te hablaré de la rabia, ni del dolor.

Hoy que puedo, voy a hablarte de amor.


El amor no entiende de circunstancias ni sabe esperar el momento adecuado
el amor no debe convertirnos en seres asustados que siempre están temiendo algo.

El amor era llevarte conmigo a todas partes.

Abrir los ojos por la mañana deseando primero que tuvieses el día más bonito
aunque el mío fuese oscuro, terrible y sombrío.

El amor es apartarte la mirada del ombligo.


Suspenderse en el aire y observarte desde allí
aunque sea incapaz de entender lo que tú llamas vivir.
Desear que desearas quedarte,
capturar y conservar cada detalle,
mirarte con cara de idiota
pretender ser más fuerte
pero no saber cómo se hace.

El amor fue perdonarte.
Aceptar tus condiciones solo por rozarte
darte lo que quedaba de mí 
cuando ya no podías amarme.

El amor era la música que buscaba para ti
el amor fue vaciarme .

El amor estaba desequilibrado. 
Eso ya lo sabes.

Arranque todo hasta quedarme
solo con lo que te hacía venir a buscarme.
Eso ya no era amor.
Fueron heridas viscerales.

El que ama nunca pierde.
Pierde el otro, el que no se lleva nada
el que cree que ha ocupado la piel
tan solo por rozarla.

El amor es cerrar fuerte los ojos y
cubrir de flores tu recuerdo
sacarle brillo a esas partes sucias
y encontrar debajo tu reflejo.









11 enero 2018

Por si acaso



Yo no sé si esta es nuestra última vez sobre la tierra o
si nos reencarnaremos y volveremos a encontrarnos.

Si serás una ardilla de cola anillada
o un narval de las costas de Islandia.

No sé si apareceremos en un escenario distinto
no sé si será cielo o infierno, pero si por algún motivo
esta es nuestra última vez, quiero aprender de lo vivido.

Y me llevo conmigo
el eco de tu risa en mis montañas
la forma sublime y lenta 
en que bailan tus pestañas.
La tímida sonrisa y el ligero parpadeo
cuando no te salen las palabras.

Los besos torpes atropellados por las ganas
que se hicieron laguna en los huesos de mi espalda
y todas las veces que vencimos al miedo
y nos lanzamos al hielo sin preguntarnos por mañana.

Y me llevo conmigo
todas las veces que, desafiando la lógica, coincidimos.

No sé si es nuestra última vez
si nos reencarnaremos y volveremos a encontrarnos
o seremos polvo en un mar paradisíaco.
Tal vez solo seamos ceniza en un cielo contaminado.

Por eso me llevo todo lo bueno que hemos sido
la parte bonita entre tanto desatino
me quedo con las huellas que en mi arena has dejado
por si acaso esto es el final,
pero solo por si acaso.
















20 julio 2017

Perdernos



Me he quitado el miedo.
Ya sé lo que es perdernos.

Sé lo que es estar sin ti
y sé que puedo,
ahora estoy porque te quiero.

Porque puedo dormir
pero el sonido de tu respiración
enciende el pálpito de la mía.

Ya sé lo que es perdernos
porque hemos tropezado con la vida
hasta caernos.
Ya he visto tu lado oscuro
ya te has asomado al mío
ya nos hemos desatado las costuras
y aprendimos después de tanta luz
lo que es vivir a oscuras.

Ya sé lo que es perdernos
y que tus precisas caricias
no se hundan en mi cuerpo,
ahora sé lo que es echarte de menos.

No es una frase hecha que pueda usar
cada vez que estemos en distinto lugar
ahora sé lo que es perderte
y saber que puedo vivir
pero que siempre es mejor
contigo enfrente.

Ahora ya sabes lo mal que caigo
cuando tropiezo.
Ahora sé lo duro que eres cuando te pierdes
y que somos mejores con el otro enfrente.

Puede que volvamos a equivocarnos
porque somos frágiles e imperfectos humanos
pero llegaré, si hace falta, hasta las puertas del averno
antes de volver a sentir
lo que es perdernos.





21 marzo 2017

Estar a salvo



Estés dónde estés
quiero que sepas que si volvemos a encontrarnos
en esta vida o en otra,
con esta piel o con otra,
volveré a quererte como aquella vez.

Fuiste un parpadeo
y yo me quedé enamorada del monstruo 
que te albergaba.

Te fuiste y me dejaste con él.

Te quise tanto,
con esa fragilidad que asomaba
a través de las grietas.

Te quise tanto
que no supe ver
cuando ya no estabas.

Estés dónde estés
fuiste real por un instante.

Si hubieses visto cómo me quedé,
allí, en aquel pozo oscuro, esperando volverte a ver.

Te cubrí de piel
porque a veces amamos con los ojos
y me valían sus labios
y me valían sus manos
pero tú ya no estabas.

Lloraba a solas
porque a él mis lágrimas le estorbaban.

Y recordé la forma en que tú me abrazabas
para frenarlas.

Ese monstruo que habitabas
nos mató a los dos
y ahora yo le veo cada día.

Me repito que esos ojos no son los tuyos
que parecían iguales pero miraban de otra forma.
Que esa boca no es la tuya
que parece igual pero está muda.

Estés dónde estés
si algún día volvemos a encontrarnos
te amaré con la misma fuerza que te guardo,
aquí, en el cajón de la memoria
dónde estaremos a salvo.









17 marzo 2017

Aún podemos



Espero que no creas que ya lo sabes todo.
Espero que no te hayas acomodado o que no te hayas rendido.

Aún podemos tiritar
sorprendernos
divagar
aprender a caer
y llamarlo aterrizar.

Aún podemos bailar,
subirnos a una cumbre
solo por las vistas,
abrazar
caminar
salirnos de la pista.

Arrancar
tropezar
colisionar
descubrir almas nuevas
y volar.

Pensar
calcular
y razonar
que luego no importe nada
y te dejes desmontar.

Unir las piezas
en otro orden
y ver algo distinto,
lamer
acariciar
romper y sanar.





24 diciembre 2016

Una noche cualquiera



No voy a desearte que seas feliz,
ese estado efímero y transitorio
que solo reconocemos cuando ya se ha ido.

Yo te deseo que seas fuerte
que seas firme con lo que sientes
que ningún pensamiento te haga de barrera
y que ningún dolor te haga de escondite.

No voy a desearte una noche maravillosa
porque deseo que todas tus noches sean así
y esto es solo una noche más.

Yo te deseo que seas valiente
que cuando el abismo te mire
le soportes la mirada
que la nada no se haga cotidiana.

Que cuando quieras comerte a alguien
empieces por el alma.

Yo te deseo que seas libre
que no te armes cadenas de hilos invisibles
que rías más de lo que llores, pero que llores también
para que no aprendas a esconderte el dolor bajo la piel.

Deseo que estés bien
que tengas con quién,
que vuelvas a ser.

Yo te deseo que esta noche tan especial para algunos
no te parezcas a ninguno.
Que te sonrías a ti mismo por estar aquí
en la cornisa de un abismo, que se llama estar vivo.

Deseo que toda la belleza de este mundo
cene esta noche contigo
y que no tengas que abrir los ojos para verla.