Esas palabras que perdieron el puesto que ostentaban,
vacías formas de no decirnos nada.
Esas palabras susurradas que nos contaban
de que complejas formas nuestro miedo se ocultaba.
Esas palabras atascadas en la garganta,
y esas miradas aguantadas, que dicen tanto
pero en alto no cuentan nada.
Crees tener el mejor palo de la baraja,
y las cosas no son tan complicadas,
las complicas tú con tus dudas,
y tu infelicidad mal disfrazada.
Esas palabras que se me escapan,
me cuesta tanto conservarlas.
Esas palabras que te hacen fuerte,
que se derraman por mi alma.
Crees que haces lo correcto,
pero nunca supiste hacerlo,
yo que tú me pararía a pensar
cual es el precio.
Sácame de tu infierno,
nunca supe estar en medio,
Tu dolor se me ha enquistado,
y me ahogo en tu veneno.
Esas palabras que me he guardado,
son mi tesoro mas preciado,
Esas que tanto asustan,
esas que están sobrando.
Ya no son para ti, ahora son mías,
y en mi jardín florido se convertirán en poesía,
porque tú lo que tocas lo conviertes en ceniza,
lo vuelves todo feo,
y consigues que olvide que eras alguien increíble.
Haz algo de verdad por una vez,
prueba a vivir un rato
al otro lado de tu pared.
Esas palabras que me has ahorrado,
me dan más fuerza para crecer,
¿qué hago yo en este carrusel?
Esas palabras que se han quedado
se van filtrando por esta piel,
esas palabras que no mereces,
las que no has sabido comprender,
se van conmigo a otro columpio
a ver llegar el amanecer.
Y si ya te has ido, retomaré el camino,
si te has quedado y no lo he visto,
perdóname, pero por esta vez
me visto yo con tu egoísmo.