17 julio 2015

Luciérnagas

Quisiera volver a ese día en que tus ojos tenían chispas,
ese en el que aun no cabían tantas cosas.

La vida mancha, el tiempo ensucia los recuerdos, ya lo sabes
te pone un laberinto bajo los pies y si no sabes volar, ya nunca sales.

Quisiera volver a ese día cuando encontré todas tus llaves,
cuando la esperanza aún estaba por delante.

Aquel en que creía que tu amor iba a salvarme,
cuando aún podía ilusionarme.

En mis pequeños cajones los trapos sobresalen
los trastos se acumulan y hay de sobra en todas partes.

Somos recipientes rebosantes, aquí no cabe nadie.

Quisiera volver a ese día, en que aún temía que no fueras a amarme,
cuando todavía podía impresionarte.

Aquel en que era una luciérnaga brillante.

Un extraño objeto deslumbrante.

Antes de naufragar en mis mares, antes
de ser la arista cortante que lo complica todo sin preguntarte.



Quisiera volver a encontrarte, verte de nuevo sonreír,
saltarnos esta parte. 
No mezclar nuestras migajas, ni sentirnos tan cobardes.

Nunca quise dañarte, ni complicar tu existencia, ni defraudarte.

Construí un mundo para nosotros y esperé que te quedases,
ni por un instante pensé que mi imperfección era la clave.


Quisiera volver a ese día en que sin querer me advertías
que las noches son muy cortas,
y siempre se hace de día.