Llenamos el hueco lo mejor que podemos. Pendientes siempre de que no se vean los agujeros. Puede que algún día se me olvide que los tengo y me desnude sin miedo y se escapen las luciérnagas que llevo dentro. Esos insectos que necesitaban tu oscuridad para brillar. Y entrarán mariposas que removerán el polvo al volar. Llenarán esos huecos que tanto deseamos tapar. Seré los pétalos que permanecen quietos viendo el viento pasar.