27 febrero 2018

Soy más fuerte de lo que imaginaba



Soy más fuerte de lo que imaginaba.
Pensaba que era impulsiva, intensa y desproporcionada,
pero me he sorprendido a mí misma sujetando con fuerza las ganas.

Me he visto de pie sobre unas paredes derribadas 
que ahora son escombros, haciendo de suelo a la nada.

Me he visto sonriendo a la vez que me tragaba las lágrimas
que han cambiado de curso y ahora nacen hacia dentro.

Me he sorprendido al ver lo bien que maquillo las imperfecciones.

Me has dolido tanto que he aprendido a ser un gigante
escondido en los puños de tu camisa.

Todo lo que me ofreces es vértigo y el alfeizar de una cornisa.

De todas las emociones entre las que podía elegir,
elijo como escudo el amor.

No me llenaré de ira, ni de orgullo, no voy a usar el odio
como atajo para evitar el dolor.

No seré un ser frío e indiferente 

imitando las malas formas que tiene enfrente.

Resistiré con algo que tú no entiendes.

Soy más fuerte de lo que creía, 
he recibido los golpes con absoluta maestría 
y todo el dolor que me escupes
lo he transformado en poesía.

Te voy a hablar de valentía.

Si hoy fuese un frío día de enero y volviese  a encontrarme 
contigo en el mismo momento, volvería a decirte que sí.

Si hoy fuese un frío día de enero y alguien me contase a modo de profecía 
lo hondo y doloroso que sería, volvería a decir que sí mientras me toco
con cuidado las heridas.

Si tuviese que arrepentirme de algo, lo haría de los reparos, 
de haber medido los tiempos y de haber fingido ser alguien que no era 
cuando nos sorprendió la tormenta.

Todo lo demás fue elegido y volvería a repetirlo igual desde el principio.

Porque soy más fuerte de lo que imaginaba
y he transformado el dolor en un puñado de palabras.