Si pudiese aunque fuera una sola vez
hacerte ver, lo mucho que te he querido.
Lo pertinaz que fue mi empeño de
enseñarte que
había mas vida detrás de tu pared.
Ahora da lo mismo que sepamos cuanto,
ahora solo quiero guardar un buen recuerdo,
y que me quede algo.
Pero si pudiese aunque fuese una sola vez,
hacerte ver, que el dolor que sembraste,
no justifica tu solidez.
Un " lo siento " era bastante,
así era mi alma de cobarde.
No llegó, ni llegaron tantas cosas,
vinieron muchas otras,
escondidas en las alas
de nuestras mariposas.
Tu tan firme, yo tan agua,
recojo pedacitos todavía
de la funda de mi almohada.
No merecías lo que te daba,
esa es mi espina clavada,
no merecías mi magia,
ni volar sobre mis alas.
He recorrido tu piel con más amor del que jamás podrás merecer.