Me temo que nos hemos perdido los dos
pero en distintos laberintos.
Yo soy de perderme mucho entre parpadeos y suspiros.
A veces tiento a la suerte,
ante la falta de evidencia que nos rodea
lanzo piedras a ese lago solo por ver si el agua se mueve.
Hago conjeturas con los rastros sutiles que dejas a tu paso.
Conjeturas que visto de certezas para no volverme loca.
Lo llamamos quedarse con la duda, pero tú no te la quedas,
es ella la que te invade y te infecta.
Me pregunto cómo habría sido ese nosotros, si por un momento
hubiésemos sido valientes dejando de ser solamente tú y yo.
Si esta es tu certeza, triste y desierta, yo prefiero quedarme con mis dudas.
Dudas que son hojas en blanco en las que la imaginación dibuja.
En tu certeza no cabe nada, ni el aire ni el amor ni las burbujas.
Te pido perdón,
estaba tan pendiente de detallar esas cosas que nunca podría encontrar en ti,
tan necesarias para respirar, que no pensé en todas aquellas que yo no podría darte.
tan necesarias para respirar, que no pensé en todas aquellas que yo no podría darte.
Te pido perdón,
porque deseé ser alguien que no podía ser, para que me amara un tú inventado
que no llevaba puesto lo que yo estaba buscando.
que no llevaba puesto lo que yo estaba buscando.