22 septiembre 2016
No confundas
No confundas
la tristeza que volteó mis comisuras
con esta permanente sensación
de estar viviendo a oscuras.
No confundas las caricias entregadas en pos de la ternura
con el pasear de unas manos liberadas de la duda.
No confundas esta distancia intencionada
con el dedo acusador de tu burbuja.
No confundas las caricias vertidas
con las que te dará cualquiera cuando se las pidas.
No confundas este dolor que será tan solo unos puntos de sutura
con el sangrar continuo, que nos robó de un golpe la dulzura.
No confundas mi poesía triste
con tu amargura.
Ni el amor sembrado en la matriz de la locura
con los antojos caprichosos de una piel con armadura
y no compares tus demonios a los míos
criados a base de pasión y complejidad en desmesura.
Fíjate mejor.
No los confundas.