08 junio 2017

Cosas difíciles


Qué difícil a veces ocupar el lugar de otro,
qué difícil encontrar el punto exacto de equilibrio.

Abrirse el alma a otras almas
y que no duela.

Que no te decepcionen cosas tontas,
por ejemplo que una mirada te esquive,
asimilar el dolor y la decepción de que alguien
no sienta como tú.

Qué difícil a veces enraizar en tus pies
y seguir caminando.

Besar con la lengua rota un recuerdo transeúnte
y guardar la tristeza en ese arenal donde mi lengua se hunde.

Impedir con ferocidad que esta falsa tranquilidad
se vuelva una costumbre.


Qué difícil a veces esconderse esa parte
que sobresale.

Qué cansado suponerlo todo,
agarrar con fuerza la expectativa
y darla por sentado
sin hundir los pies en el lodo.

Rozar sin cerrar las manos,
dejar al vuelo aquello que sentimos nuestro
dejar que sean lo que siempre han sido
aunque no amarren a nuestro puerto.