11 mayo 2020
Lo que no pretendo
Nunca pretendí, ni pretendo
que seas alguien distinto
ni que sientas como yo siento.
No quiero una simulación
ni que interpretamos ningún papel
quiero que seas verdad
y que yo te pueda creer.
Nunca pretendí, ni pretendo
ocupar un lugar que no era para mí
ni que giraras lo suficiente
para encajar en mi perfil.
Te quise así
con toda la oscuridad
que acabaría por venir.
Te quise así
con la misma fuerza con la que luego
quise huir.
Nunca quise
cambiarte o encadenarte
o ponerle un nombre a los minutos
que compartimos para saber dónde encajarte.
Nunca pretendí, ni pretendo
que me quieras solo porque yo te quiero.
Uno tenía que ser la mecha
y otro ser el fuego.
Nunca quise hacerte daño
ni siquiera cuando el dolor
me arrancó de mi cuerpo.
Ni siquiera ahora que ya has mostrado
tu lado más oscuro y siniestro.
Nunca pretendí ni pretendo
que tengas otra percepción
que la que te has llevado
no pretendo que cambie nada,
ni daremos nada por sentado.
Nunca quise venganza,
puse el otro lado de la cara
y si eso te hubiese servido,
lo habrías tenido
las veces que hiciera falta.
Lástima que a ti
jamás te vale nada.