21 septiembre 2017

Hola desconocido




Hola desconocido, no sé si me recuerdas,
soy la mujer alada que te llevaba el desayuno los domingos.
La que se marchaba de puntillas en el momento oportuno.
La chica de manos pequeñas que te ordenaba los huesos 
para que no te dolieran.

La que se sentaba descalza en el suelo
a cubrirte de besos y a hablarte de poemas.
La chica puzle a la que siempre le faltaban piezas.

La chica que no esperaba que la quisieras.

Hola desconocido, no sabes lo que he cambiado,
me he acordado de nosotros porque el día está gris, 
lluvioso y mojado.

De todo lo que pudimos haber sido
esto es lo que hemos elegido.

Con lo bonito que es abrazarse como si el tiempo
no hubiese transcurrido.
Hablarse con ternura del amor distinto
que ahora ocupa nuestro nido.

Bajo uno a uno los peldaños de todo lo que ya no seremos
y de todo lo que fuimos.

A 50 metros, escondidos el uno del otro
50 metros que se han convertido en el precipicio más grande 
que ha existido.

Nos miramos de reojo, calculando el regreso para no encontrarnos.
Eso somos ahora, dos cobardes cabizbajos
que se han soltado sin tacto.

Algo peor que dos extraños.


Hola desconocido, no sé si recuerdas lo bueno,
si has conservado alguna de las plumas de mis vuelos.
Soy la chica que fingía ser inmune a tu veneno
la que cerraba los ojos con cada beso
la que dejaba la puerta abierta 
por si alguna vez necesitabas un hueco,
la que pretendía quererte a cambio de nada
porque a ella le bastaba con tu presencia 
en su universo.


Hola desconocido,
dí adiós conmigo 
a lo que ya no seremos.