20 agosto 2019

Superfluas palabras



¿Cómo llevar arrastras un piedra gigante
y que el peso lo soporten unas alas tan pequeñas ?

Superfluas palabras,
cualesquiera que diga, no reparan nada.

Salen rotas y cansadas,
caen sobre el papel en forma de cascada.

Por eso lo hago, aquí donde caen, no manchan.

Porque escribir es vivir en una habitación cerrada
y dibujar en las paredes, las ventanas.

La tarea más difícil es acallar las voces,
silenciar el rumor constante
anudar el dolor a las letras y transformarlo en una frase.

Construir un rincón protegido 
donde no pase nadie
que pise lo verde o ensucie el aire.

Elegir de pareja una palabra
y comenzar el baile.

Escribir para hacer el camino 
transitable
y dejar en el blanco pequeños detalles
que sean verdad a tus ojos
y para el resto, indescifrable.



Escribo
para que el tiempo no me arrastre lo vivido
para no ser efímeros y temporales
los mortales escribimos.

Para saber encontrar el camino de ida
sin extraviarse
y llenar el dolor de limpio aire
soñar con llegar un paso más
donde no ha llegado nadie
y poder arrastrar con la fuerza suficiente
esa piedra tan grande.