10 febrero 2015

Fragilidad






Me siento y veo mi columpio balancearse,
es un absurdo vaivén desconcertante.

Paso de ser una montaña a ser el grano de arena
en el zapato de alguien.


La debilidad me sienta mal.
Prefiero estar equivocada que magullada.


Equilibrio.
Clavos unidos a la espina dorsal.
Paredes de piedra que levantó la fragilidad.

Me daba tanto miedo enredarme en tus líos,
al final acabaste tú enredándote en los míos.

Veo mi lluvia secarse
y aquel torrente que arrastraba todo su paso
ahora es dos gotas de lluvia en los cristales.


Fragilidad.
Reconocer que este frío me ha helado la sangre,
demasiadas cosas que no puedo contarte
y un columpio que se mece
en un vaivén desconcertante.