siempre vigilante
para que nunca la cruzara.
Una linea en tus temores dibujada,
que nada escape a tu control
que no me vuelva confiada.
Cuando encendía la luz
se nos llenaba el estómago de mariposas,
venías y reposabas tu cabeza en mi hombro.
Podía escuchar en el interior de mi alma
una lenta cuenta atrás
y ahora que la luz se apaga
ahora te vas
Cuando soplaba sobre las llagas para que no molestaran
y ante la falta de gravedad te anclabas a mi espalda,
en la carne desnuda te quedabas
y ahora que el huracán ha entrado por la ventana
ahora te vas.
Cuando te ofrecía mi piel como barca
para
que no naufragaras en turbulentas aguas
y
arrastraba en las olas mis rotas alas,
echabas
amarre en mis fondos
y
ahora que ya solo me queda la sal
ahora
te vas.
Cuando llevaba pintada en la cara
una
sonrisa tonta que demostraba
que a
parte de mis burbujas nada importaba
posabas
tus manos en mis ojos
y
borrabas todo lo demás
ahora
que ya no veo más allá de tu reflejo,
ahora
te vas.