27 noviembre 2017

Esconder



Esconder las alas para que no se ofendan
quienes no saben volar.
Esconder las ganas para no ser el primero
en tropezar.
Taparse las rendijas para que nada salga
aunque tampoco nada pueda entrar.
Esconder la verdad para que sus mentiras
no la puedan ensuciar.

Esconderlo todo tras el tapiz opaco
que usamos al decorar.

No ser demasiado bueno
no ser demasiado claro
ni demasiado oscuro
ni demasiado malo.

Esconder las aristas 
que sobresalen en la recta,
no hacer ruido,
agachar la cabeza
o levantarla tanto
que te sobren piezas.

Llenar todo el espacio
aunque no haga falta
aumentar la voz
acortarse la falda
acoplarse a las expectativas
de quien paga
olvidar lo que importa
y ser esclavos de un fantasma.

Esconderse del mundo
con los dedos en los ojos
navegar en vendaval
con un sencillo soplo.

Vivir a la mitad
o esconderse de los otros.