Con el tiempo me he dado cuenta de que lo que sentía
no era amor por ti, si no una profunda falta de amor a mí.
Si me hubiese querido más no te habría dejado usar
mis costillas como escalera.
Si me hubiese querido más no habría asumido, cabizbaja,
tus normas y tus reglas.
Me habría ido lejos de ti donde de verdad me quisieran.
Esa falta de amor por mí
que se conformaba con el pan duro que le tirabas.
Demasiado sedienta tragaba
tu agua contaminada.
Te di mis canciones favoritas y ya no puedo escucharlas
te di mis caricias más precisas y ahora cualquier piel está
cubierta de espinas.
Si me hubiese querido solo un poquito más a mí misma
no me habría dejado la puerta abierta con las prisas
habría sellado las ventanas y me habría lanzado por la cornisa.
Si hubiese sido más egoísta.
Y en vez de mirar a tus penas
me hubiese fijado en las mías.
Si hubiese salido corriendo la primera vez
que me arrancaste la poesía
esas nubes negras que ahora veo
y antes no veía.
Te di todo el perdón que en mi orgullo cabía
te di mi cuerpo y mis entrañas cada vez que las pedías
y el precio que pagué es que dejaron de ser mías.