05 junio 2013

Mujeres cañon

Tengo una amiga que se llama Ana y que también es una superheroina.
Se marcha a Italia, pero no importa mucho que lejos vaya, nosotras estamos unidas por algo más especial.
Quiero escribirle una carta, pero no de esas de despedida, una que pueda leer de vez en cuando y la recuerde lo pequeño que es el mundo.

Carta para Ana...

Animal transformer, ¿quien podría tener un nombre de superheroe como ese?  Ella....
Caminamos por el mundo atropellados, casi siempre hechos pedazos y mal cosidos.
Pocas veces nos cruzamos con personas por las que merece la pena quedarse, yo he tenido suerte, he encontrado a varias.
Lo primero que me enganchó fue su fuerza, desde lejos uno puede sentirla como un imán.
Llevaba ese aire de claridad cubriéndola entera... con pocas personas me he reído mas de cosas serias, y con pocas he aprendido que hay quienes van cubiertos de roca y por dentro son de nubes.
Ana es de esas, de esas que uno se alegra de haber encontrado en el camino, que está tan llena de pasión y de arte que merece la pena quedarse.
Sé que poco importa el lugar del mundo donde sus botas quieran pisar, ella lo llena todo de verdad.
Allí por donde andes no olvides que son las personas como tú las que hacen la vida interesante, que me gusta haber podido encontrarte, que ya sabes que nuestros superpoderes nos hacen inmortales, que no rompas demasiados corazones y no admitas mas mascotas, que eres guapa como pocas, que cada cosa que pintas me enamora, que las charlas contigo son aún mejores a deshoras... y que las superheoinas volamos, podemos soñar, encontrarnos y emborracharnos en Roma...

Hasta pronto cañón¡