30 octubre 2014

Cerrojos

Ese palpitar esencial
que ha cesado sin avisar,
golpes y golpes en el  muro,
intentar tragarlo todo
sabiendo que está crudo.
Lo rápido que cambia todo,
y lo lento que rota el mundo,
1000 pulsaciones por segundo,
tú aislado e inflamado de profundo.

Sonríes a cualquiera,
como si cualquiera sirviera,
luego echas los cerrojos 
y se quedan todos fuera.

Ese pasar por los caminos
sin tocarlos siquiera,
arriesgando lo justo
y huyendo cuando duela.

Y en mitad de todo eso,
mis trozos por los suelos,
los míos, los del resto,
los nuestros, los de ellos.

30.10



Me ha dado por pensar y no era el día...
         menudos ratos le hago pasar a mi conciencia.






29 octubre 2014

También....

Ya me despedí de ti aunque no lo sepas,
te dije adiós con el cariño que dejan las cosas buenas.
La vida es un sinfín de girar de ruedas,
y si tienes que quedarte lo haces mientras puedas.
Te dije un "hasta siempre, que te vaya bien" pero no sabía 
que esa sería la última vez.
La vida cambia y se transforma sin que apenas lo percibas, 
vas dejando un mar cubierto de madera a la deriva,
dejas rastros, dejas posos y conservas la sonrisa.
Hablamos de diamantes que uno colecciona por la vida, 
a veces nos encontramos sin buscarnos, y nos ahorramos la despedida.

Somos sutiles en esto de marcharnos, poco a poco y en silencio,
sin ruido y sin estragos.

Ya te vi marcharte a nadar en otros mares,
a otras playas diferentes que en el fondo son iguales.
Conservo las confesiones de dos seres inmortales,
que fingían ser gigantes pero eran pieles de otras carnes.

Conservo tus rarezas y manías, tu fragilidad disfrazada idéntica a la mía.

Serás feliz porque lo mereces, y ahora sé que lo eres.

Nos hemos ido, así como un suspiro.
-Siempre estaré ahí- me dices.
-sabes que yo también- te digo.












En lo que brillo.

Nadie dijo que sería sencillo ser distinto.
Nunca me importó llegar hasta la cumbre,
me importaba mucho más no rendirme a la costumbre.
Sé de sobra que la gente no entendía
mi pertinaz manía de no hacer las cosas
como se suponía.

Enfrentada siempre al hacer de la gente,
empeñada en mostrarles un camino diferente,
uno en el que la honestidad valga la pena
y los peces no sigan la corriente.

Una loca para algunos,
demasiada intensidad para tanta cobardía,
demasiadas cicatrices para pasearse por la vida.
Una altiva introvertida,
que esquivaba el empuje de la persistente mayoría.

Más sola que la una,
porque nunca supe dar con la frase oportuna,
y me reía a carcajadas de la ambición y la fortuna.

Siempre quise ser un alma libre,
uno que rompiera la cadenas,
que corriera sangre a raudales por mis venas,
y eso fue lo terrible....

Porque si no quieres
lo que quiere todo el mundo
te conviertes en temible.

Ya hace tiempo me rendí
cansada de intentar explicar lo que sentía,
de miradas agrandadas por la falta de empatía,
de ver confusión en los ojos que miraba,
de no entender una palabra de la lengua en que me hablaban.

Yo no estoy hecha para esto,
de mil maneras lo transmito,
de otras miles lo proyecto.

Soy la planta exótica que se salio del tiesto.

Ya hace tiempo me rendí,
no se puede estar en guerra
todo el tiempo.
Ellos no me entienden,
y yo tampoco los entiendo.

Tienen razón cuando me dicen,
que las heridas soy yo quien se las hace,
no se es como se quiere,
se es como se nace.
Pero las cosas pueden cambiarte...
es ahí donde se pone interesante.
¿Y si ese poder es mío, y no se lo cedo a nadie ?

Yo puedo diluirme y marchitarme,
y nacer después infinitamente grande.
Puedo secarme y consumirme,
puede ser mezquina y ser sublime,
quemarme en una hoguera y redimirme.
Ya sé que mis principios aquí no sirven,
que mi mente es un laberinto indescriptible,
que se cierne oscuridad y me vuelvo imprevisible.

Creeme si te digo que no importa
si tengo la razón o me equivoco,
eso no me reconforta.
Me importan más mis alas y lo que aprende mi memoria,
me importan más las horas que regalo a quienes amo,
las respuestas que daré a mi conciencia si algún día me pregunta,
me importa más la vida y lo que tenga de profunda.
Los surcos que han dejado en mí las personas que he encontrado,
las palabras que vomito cuando me lleno demasiado.
No me convence su aplomo ni sus actitudes llenas de certeza,
yo prefiero a las aves que habitan mi cabeza,
llenas de magia todas ellas, de trazos de colores, de verdad y de belleza.

Algunos se abruman y se van, reconozco que soy compleja,
un mecanismo frágil de hostilidad y de crudeza,
una bomba en cuenta atrás, que se atasca y nunca llega.

Mi alma vive de alquiler,
porque nunca amanece en el lugar en el que estaba ayer,
no se acostumbra porque no le compensa el tiempo que va a permanecer.
No quiere venderse ni ceder.
se irá conmigo algún día... aquí os dejo mi piel.


























23 octubre 2014

Ella ...


Todos los días en las puntas de mis dedos,
amanece poesía.
Va corriendo por mis venas como una manada en estampida.
Te veo desayunando de pie en la cocina
¿Qué vida puede ser mejor que esta que es la mía?

Y nace poesía.

Abro las ventanas y respiro,
recompongo las piezas de mi cuerpo,
porque este mundo no es el mío.

Y ahora poesía me sirve de cobijo.

Miro de refilón en el espejo,
sé que estás mirando,
me pongo coqueta, y en los posos me deshago.

Y entonces poesía me coge de la mano.

Todas las noches me sumerjo
en los rincones de tu cuerpo,
me transporto al otro lado 
y dejo al miedo sin efecto.
Nada puede con lo nuestro.

Hoy la poesía me brinda un alma de repuesto.





Perdices


Arrastro



Arrastro el tacto de tus manos,
el coraje de tu empuje, nuestras almas resbalando.
Arrastro lo ronco de tu voz, lo cavernoso de tu aire,
lo que podías adentrarte en los confines de mi carne.

Arrastro la crudeza de tus gestos,
y lo cobarde que se hacía tu piel
entre mis dedos.

Los segundos ardiendo que llenábamos con algo, mientras tanto.
Tus bocanadas helando mis entrañas,
pieles de gallina y respiración entrecortada.

Arrastro las cosas que decías cuando tu cuerpo se evadía,
y solo quedaba esa esencia que retumba todavía.

Arrastro ese recuerdo que pesa toneladas,
una puerta entreabierta y humedad en el alma,
tú vistiéndote de gigante y yo convertida en agua.




Supe

Supe desde siempre que era mejor estar callada,
pero mi voz vehemente no sabía estar guardada.

Supe de la elección entre ser piedra y ser el agua,
pero mi ímpetu caprichoso siempre las mezclaba.

Supe lo que había que hacer,
pero sinceramente, no me dio la gana.

Hoy me enfado todavía
por el funcionamiento de la vida,
se me enquistan las pasiones
y me vuelvo desmedida.

No tengo arreglo y a estas alturas,
tampoco lo pretendo.

Supe el modo tan sencillo,
de obtener palmadas en la espalda,
y beneficios,..
Pero esta mente abstracta
no sabe vivir con artificios.

Supe el miedo que genera la verdad
en la inmensa mayoría,
debí ocultarla como el resto,
pero mi lengua no quería.

A medida que avanzaba,
más cuenta me di.

La vida tiene esas cosas... sí.
No están hechas para mí.







20 octubre 2014

Esas cosas

Esas cosas que nunca se dicen,
y el silencio rebotando en las paredes.

Somos distintos a veces.

Esas cosas que se guardan con esmero,
que se esconden tan adentro,
que de repente se convierten
en átomos de tu cuerpo.

No te atreves a decirme que ya no eres feliz,
yo no reconozco casi nada de ti.

No somos capaces de ver lo que queda aquí.

¿ Y si solo somos dos idiotas empeñados?
¿ Y si ya no podemos porqué faltan pedazos?

Esas cosas que nos callamos,
que nos llenan el alma de barro,
que estallan por los aires,
al mínimo contacto.
¿Y si nos hacemos daño,
y si los remiendos de mi alma no aguantan demasiado?

Esos ojos cerrados,
que ya no saben distinguir lo bueno de lo malo.

¿Y si me siento sola contigo al lado?

Tú y yo nos quedamos,
pero el nosotros se ha marchado.

Me sonríes, te sonrió,
y el tiempo ya ha pasado.

A veces siento que se rompen
las burbujas que he creado,
esas cosas que nos quedan,
aguantarán otro rato.






09 octubre 2014

En estos días.

Hoy me he levantado con una sensación de amargura que supera en creces a la ya , de por sí, habitual.

Siento pena del país en el que vivo.
Podría tener muchos motivos, podría refugiar esa sensación en la clase política que nos gobierna, en la forma en que se burlan de los derechos sociales, del descaro con el que se ríen y nos roban.
Pero hoy esa tristeza la han creado las personas que lo conforman.
Este es un país democrático, nuestros lideres han sido elegidos en las urnas, la mayoría los ha votado.

Cuando uno valora a su clase política debe hacerlo mirando también a sus ciudadanos.

En estos días, en los que en " mi " país se ha producido el primer contagio de una enfermedad mortal fuera de África, en el que los jueces son inhabilitados por apuntar a los corruptos, en el que las fiestas populares consisten en torturar a un animal hasta la muerte, en el que la gente intenta reunir dinero para la fianza de una ladrona que tiene más dinero del que ellos ganaran en una vida, un país en el que la culpa recae siempre en el mas débil, en el que la sanidad y la educación han sido deterioradas hasta grados intolerables y el numero de parados es inconcebible, en estos días, miro a mi alrededor y desgraciadamente, me doy cuenta de como hemos llegado a esta situación.

Soy una defensora de los derechos de los animales, en coherencia con eso, para mí Excalibur es una victima innecesaria. 
Entiendo que no todo el mundo puede compartir mi sensibilidad ni mi punto de vista, ayer tuve que escuchar a demasiadas personas burlarse y atacar descaradamente a los que defendíamos los derechos de "un animal".

No voy a defender aquí esos derechos porque quién no esté convencido ya, no necesita mis argumentos.

Cuanto veo manifestaciones ProVida en contra del derecho de una mujer a decidir sobre su cuerpo, o cuando leo barbaridades volcadas sobre los catalanes por su derecho a elegir, cuando leo que las criticas a Pablo Iglesias son por el tamaño de sus camisas, pienso que no somos distintos a aquellos que nos gobiernan.

Somos corruptos y prevaricadores cada uno a nuestra escala.

Mientras nos riamos de los principios del que tenemos enfrente, mientras consideremos que nuestra vida vale más, muchos defienden que más que la de un animal, también más que la de un africano,  y podemos valorar si más la de un rico que la de un pobre, y así infinitas posibilidades, pero la verdad, es que todas las vidas son igual de valiosas, biológicamente.


No faltan mejores políticos, faltan mejores personas, falta empatía, sensibilidad, inteligencia y cultura, de esto último sobre todo.
Faltan libros y sobran chismes.

Si no le gustan los gay´s no sea gay, si no le gusta el aborto, no aborte, si no le gustan los animales, no los mate, si no le gustan las mujeres no las pegue.
Estas deberían ser las normas básicas de educación.

Opinar es libre, si.  Pero intente informarse sobre lo que va a opinar.

Ayer escuche más necedades de las tolerables, no de los medios de comunicación o del gobierno, no.
Las escuche de mis compañeros de trabajo, de la gente que comía en el mismo bar, de las personas que estaban en la cola del autobús, ahí fue donde me pareció imposible cambiar la situación de este país.

Hoy me he quedado encerrada en casa, no tengo fuerzas para enfrentarme al mundo.
La sensibilidad que debería ser un don precioso en realidad es un castigo. 

Necesito recobrar la esperanza alimentándome de las personas que me rodean en mi trayecto, personas que me recuerdan que aún quedan unos pocos diferentes.

La ministra de sanidad no es menos competente que mi medico de cabecera que me recetó paracetamol y me mando a trabajar con Mononucleosis, no es menos competente que los funcionarios que me atienden en los inevitables papeleos, no es menos competente que algunos directivos de grandes empresas, todos ellos deberían dedicarse a otra cosa, si, al menos a una que no afectara a la vida de otras personas.

Empiecen dando ejemplo en su día a día, con su actitud y trabajen en sus opiniones para asegurarse de que realmente son las suyas, hagan del lugar por el que transitan, un lugar mejor. No juzguen al primer golpe de vista y cuando suceda eso, quizá esa vida si que sea en realidad más valiosa.