29 octubre 2014

También....

Ya me despedí de ti aunque no lo sepas,
te dije adiós con el cariño que dejan las cosas buenas.
La vida es un sinfín de girar de ruedas,
y si tienes que quedarte lo haces mientras puedas.
Te dije un "hasta siempre, que te vaya bien" pero no sabía 
que esa sería la última vez.
La vida cambia y se transforma sin que apenas lo percibas, 
vas dejando un mar cubierto de madera a la deriva,
dejas rastros, dejas posos y conservas la sonrisa.
Hablamos de diamantes que uno colecciona por la vida, 
a veces nos encontramos sin buscarnos, y nos ahorramos la despedida.

Somos sutiles en esto de marcharnos, poco a poco y en silencio,
sin ruido y sin estragos.

Ya te vi marcharte a nadar en otros mares,
a otras playas diferentes que en el fondo son iguales.
Conservo las confesiones de dos seres inmortales,
que fingían ser gigantes pero eran pieles de otras carnes.

Conservo tus rarezas y manías, tu fragilidad disfrazada idéntica a la mía.

Serás feliz porque lo mereces, y ahora sé que lo eres.

Nos hemos ido, así como un suspiro.
-Siempre estaré ahí- me dices.
-sabes que yo también- te digo.