Si no puedo derribar tu muro al menos quiero que sonrías al otro lado.
Fui muy torpe con eso de pensar demasiado.
Tus pistas no llevan a donde conducen las del resto,
interpretarte como si fueses sencillo fue mi error al descubierto.
Me he propuesto volver a ser quien era,
actuar con el corazón abierto, no fingir ser alguien que no soy
ni ajustarme con dolor a ningún hueco.
Me he propuesto acercarme sin mirar,
sin darle importancia a esas trampas que hay salpicadas por el camino,
para que aunque no podamos entendernos
al menos logremos reírnos.
Cuanto más severo sea tu gesto aprendido, más grande será la sonrisa que te ofrezca
cuanto más seco y rotundo sea el tono de tu voz, más dulce y pacífico será el mío.
Responderé a tus piedras con mis plumas
para que tengas siempre a mano un alma limpia
dispuesta a dibujar claridad en tu espesura.
Responderé a tu silencio con música y ternura
porque eso es lo que siento y no
lo que me dicta tu cordura.
No daré importancia a esa horrible máscara
tras la que te ocultas
no me esconderé de ti
porque ya no me asustas.
Volví a ser quien era antes y se despejaron las dudas
y si algún día sientes que tienes algo que reprochar
te ofreceré sinceramente mis disculpas.
Mientras tanto responderé
a tus piedras
con mis plumas.