22 abril 2013

Es de noche en mi jardín.


Hay un pequeño lugar en el mundo donde nada importa demasiado,
un lugar soñado donde las personas son como las imaginamos,
un lugar sencillo donde respirar profundo.

Hay un rincón perdido en este cuerpo cautivo,
un rincón transparente hecho de brisa suave y cubierto de barreras fuertes,
un rincón perdido donde tu me esperas, voy caminando y abro la puerta,
todo empieza a merecer la pena.
Tu cuerpo me alberga, me fundo en él como arena, cada momento se ancla,
para convertirse en nada.
Siento tus manos en mi espalda, soy capaz de sentir los latidos de tu alma,
voy dejándome caer, si pudiera ser invisible, frágil  casi imperceptible,
cerrar los ojos, en ti fundirme,
hacer al resto invisible,
ser capaz de no sentir,
solo estando así...  en silencio,  junto a ti,
derribada como un castillo bajo tu cuerpo de roca,
como un aliento vació adentrándose en tu boca,
ojalá, mi amor, ese pequeño lugar en el mundo se esparciera hasta ocuparlo todo.
¿Te has dado cuenta, mi amor, que el lugar mas fuerte del mundo donde poderse
refugiar es nuestra burbuja indestructible de cristal ?


Es de noche en mi jardín,
es oscuridad en calma, 
es templanza en la mañana, 
es naufragio en la tormenta,
es de noche en mi conciencia.

Esta lloviendo en mi desierto,
agua turbia se hace barro, 
agua oscura entre mis manos,
esta lloviendo en mi verano.

Hace viento en mi memoria,
es el aire que me empuja, 
ha llegado el huracán hasta mi alma,
y pasa el viento por mi cara.

Pasa el tiempo, pasa el día, 
pasa todo por mi vida, 
apenas sin rozarme,
sin querer darme cuenta,
pasa todo por delante
y yo, ya no puedo levantarme.