A veces parece que soy una piedra
rodeada de peces.
Nadan sincronizados a mi alrededor
y yo no puedo moverme.
Los observo a través del sucio cristal
que les pone mi mente.
Noto que algo falla.
Aquí no hay agua.
Solo puedo respirar en mi rincón
de cara a la pared.
En el rincón de pensar.
Cuando soplaba las velas
pedía ser normal.
A veces parece que anochece a mediodía.
que no llego con oxigeno suficiente
y a penas rozo el suelo de puntillas.