16 diciembre 2017

Permeable



Descubrí que soy permeable
que su lluvia me ha calado hasta los huesos.

Me protejo buscando palabras que rimen,
palabras que acallen el ruido
cuyo significado vacío no me recuerde a nada.

Palabras mojadas que han cambiado de liquido matriz
ahora, demasiado saladas, se han podrido de raíz.

Me protejo buscando palabras que arreglen lo roto
que sirvan de parche y de acomodo, palabras sesgadas
que ya no hablan de nosotros.

Descubrí que a una piel herida
le deja sal cualquier sutil caricia.

Me protejo cambiando partes del cuento
para que nadie nos reconozca al leerlo.

Me protejo buscando palabras que rimen,
palabras cimiento que llenen el hueco.

A veces me quedo en silencio
porque creo que he malgastado tantas fuerzas
que ya no tengo.

Porque a veces rozas algo que te mueve
y tienes que volver a la quietud
pero ya no sabes
porque has aprendido a volar
y ahora el suelo
te parece inestable.

Su lluvia me ha calado hasta los huesos.
Ahora sé que soy permeable.






06 diciembre 2017

4 de febrero



Sé que un cuatro de febrero fue la última vez,
hacía frío fuera pero no tanto como dentro.

Que inventé una mentira, una niñería
para saber si te bastaba sin mi cuerpo
si era suficiente con mi simple compañía.

Te lo confesé en 6 minutos
porque yo tenía más ganas que tú
de hundirme sin remedio en tu deriva.

Sé que nuestra estación era el invierno
que nos tropezábamos a momentos
intentando caminar del revés, sin mucho acierto.

Tengo las fechas marcadas en un viejo calendario
como estrellas fugaces por el cielo pasando,
días al azar que se regían por tu ánimo, 
días en que yo dejaba todo para cogerte de la mano.

Sé que el tiempo ha pasado, que los interrogantes
se aburrieron de esperarte,
que cerraste la puerta con fuerza
y tiraste al abismo la llave.

Me marché a otra parte,
a un lugar donde mi alma
no pudiese rozarte.

Un cuatro de febrero que era un día cualquiera para ti.
Salí de allí con las cavidades llenas de ceniza
que es lo que queda siempre cuando se apaga el fuego
y hacía frío fuera 
pero nunca tanto como dentro.








27 noviembre 2017

Esconder



Esconder las alas para que no se ofendan
quienes no saben volar.
Esconder las ganas para no ser el primero
en tropezar.
Taparse las rendijas para que nada salga
aunque tampoco nada pueda entrar.
Esconder la verdad para que sus mentiras
no la puedan ensuciar.

Esconderlo todo tras el tapiz opaco
que usamos al decorar.

No ser demasiado bueno
no ser demasiado claro
ni demasiado oscuro
ni demasiado malo.

Esconder las aristas 
que sobresalen en la recta,
no hacer ruido,
agachar la cabeza
o levantarla tanto
que te sobren piezas.

Llenar todo el espacio
aunque no haga falta
aumentar la voz
acortarse la falda
acoplarse a las expectativas
de quien paga
olvidar lo que importa
y ser esclavos de un fantasma.

Esconderse del mundo
con los dedos en los ojos
navegar en vendaval
con un sencillo soplo.

Vivir a la mitad
o esconderse de los otros.







16 noviembre 2017

Me quedé



Me quedé sin espacio
con la duda atascada
entre la piel y los labios.

Me quedé sin el tiempo
que te estaba guardando.

Me quedé en la quietud
con los brazos cruzados
valorando la magnitud
de los daños causados.

Me quedé sin palabras
para las hojas en blanco.

Me quedé fragmentada
tocando asustada las brechas creadas,
metía los dedos y lloraba
hasta que las lagrimas saladas
se transformaron en rabia.

Con los pedazos rotos 
que quedaron de mí
he construido otra mujer 
y ahora le cuento a ella
las cosas que quería contarte a ti.

La he confeccionado a mi gusto, 
con todo lo que me falta.

Ella es la piel que no me sé poner.
Me he desdoblado en un viaje astral 
y ahora soy dos, pero te ama solo una mitad.


Me quede atravesada 
en mi mentira favorita, 
habría caminado hasta encontrar 
el cartel que indicase la salida.

Era la mentira más bonita 
que uno podía mantener.

Está lloviendo.
Ese sonido que hace de fondo a las letras,
la banda sonora perfecta.

He aprendido a descender
a volar a ras de suelo
y a caer
pero sobre tu árida tierra
no he aprendido a llover.

También me quedé 
con las dudas enraizadas
y preguntas sin responder.

Me rompiste el corazón
nada pegaba con nada
en aquel mundo sin color.

He intentado reconstruirme
ahora puedo volver a soñar
pero todo me parece incomprensible.

Me quedé en un sueño
fijada
esperando que la luz
te iluminara.

Me quede con el sabor y las ganas
y tú, ligero de equipaje,
no te has quedado nada.






14 noviembre 2017

Procura que no te afecte



Querer a alguien y conseguir que no te afecte lo que siente.

Tornarse fría, insensible y ausente.
Hacerte un traje con la pena impermeable y resistente
y esperar pacientemente a que los astros se posicionen.

¿ Cómo demonios se hace todo eso?

Me rompiste tú, pero rota no me quieres.
Me sujeto los pedazos con alambres y alfileres.
Rogando que no lo notes y te quedes.

No mienten los gestos.
La oscuridad tampoco miente.

De todas las heridas que me causé por intentar entenderte
la más dolorosa fue cuando me dijiste  - Por favor, procura que no te afecte -
como si esa elección fuese mía y no estuviera en tus manos hacerla distinta.

Vacío pesas más, esa es la parte que no comprendes.
Que solo quiero que seas, que ya no quiero tenerte.


Descender hasta encontrarse
en un punto intermedio que no ha pisado nadie.
En un recóndito lugar inhabitable.

Seamos valientes.
Seamos sinceros.

No dejaremos que la tristeza se nos cuele por las grietas.
No seremos marionetas de la inercia.
Seguiremos otro camino y
tropezaremos en otra piedra.

Deshacerse despacio hasta alcanzar el punto exacto
dónde seas una pequeña parte de algo llamado pasado.

Procura que no te afecte.
Esfuérzate lo suficiente.
Elige bien tu posición, yo no voy a moverme.

Todas esas ordenes inconscientes
que me arrojas como golpes en las sienes.

Seamos valientes.
Seamos sinceros.   

Ya sé que no puedes.

No fuiste mi herida más profunda 
quizá solo fuiste la peor curada.

Seamos sinceros
seamos valientes.

Ya sabemos que no podemos.
Procura que no te afecte.

Huyo de ti, torpe y asustada 
porque has llegado a la raíz
y me has dejado la pena incrustada.

No había nada sincero ni valiente en nosotros
y lo peor no fue romperse del todo
fue peor enamorarse de lo roto.





06 noviembre 2017

26 minutos



Le he dado argumentos de sobra a este corazón idiota
para que aprenda a cerrarse y a descargar de vez en cuando
el peso que almacena.

Me ha salido terco, errático y difuso.
Roto, enrevesado y lleno de nudos.

En lo que dura un café me aprieto las costuras.
Solo 26 minutos para despejar las dudas.

Para saber si te ha quedado en el fondo del vaso un poso de dulzura.
Si hay unas nuevas manos que te acaricien la nuca.
Si cuando dijimos adiós, significaba nunca.

Las horas invertidas en dolernos me han parecido demasiadas,
todo ese tiempo malgastado que podríamos haber usado 
batiendo las alas.


Te ha sido tan fácil que a veces creo que yo leía otro cuento.
Te sacudiste el polvo tan deprisa, mientras  yo estaba aún  
escapando de puntillas.
Te costó tan poco prescindir de aquello a lo que yo llamaba todo.


He tenido en mi cabeza cien conversaciones contigo
todas terminaban en desastre, excepto dos, que acababan en rotura.

No tener la posibilidad de una respuesta
esa es quizá la forma perfecta en la que hacer estallar mi cabeza.

Y entro en ese bucle infinito de razonamiento
en el que imagino excusas, verdades y argumentos
una ecuación de posibilidades inabarcables mantenidas por tu silencio.

Tiene que darme igual.  Lo sé.  Eso dice la lógica.
Que eres frío y calculador, y yo una loca.

Tu practicidad y tu estoicismo son un insulto para mi forma de sentir.

Borrón y cuenta nueva.
Parece sencillo cuando lo dices tú.

Pero yo no sé dónde tachar.
¿Había alguna cuenta a la que reemplazar?

Al otro lado de la línea
con la oreja pegada a un teléfono que no tiene a nadie al otro lado.

Asumiendo que la simplicidad de tus palabras no concuerda
con el desastre acontecido en mi interior.

Borrón y cuenta nueva.
Así de sencillo suena cuando escapa de tu boca.

Esa era la explicación que me torturaba.
Ahora tengo miedo de rozarte por si algo se descoloca.

Como si hubiésemos alcanzado el equilibrio
en menos de media hora.

Hablar contigo despeja mis sombras, 
mientras oigo tu voz parece que todo puede arreglarse.
Me siento fuerte para sanar a carne viva.

26 minutos de conversación que han empezado en roca
y han acabado en deriva.

No seré más fuerte por callarme que te echo de menos,
no seré más fuerte diciendo que te odio y sabiendo que estoy
mintiéndome.

Te llevaré conmigo en el interior del volcán
donde hiciste nido,
ahora que sé que de verdad te has ido.






25 octubre 2017

Estás triste




Te veo triste.
Tu tristeza se me pega como un chicle.
Y aunque quería iluminar tu oscuridad
no he tenido el valor de sonreírte.

Se nos están amontonando los días tristes
y uno detrás de otro van construyendo una vida
en la que faltan caricias y sobran despedidas.

No hay nada que más desee que dibujarte una sonrisa,
pero he preferido agachar la cabeza porque mi mala elección era cuidarte
volver a ofrecerte mi carne para que arañes.

Me llevo esta explosión que a duras penas he logrado contener
para que no estalle entre nosotros ni nos cubra de metralla la piel.

Te veo triste y fantaseo con retirar cuidadosamente
esas capas de dolor que llevas y que crees impermeables
pero he preferido cerrar los ojos porque mi mala elección era cuidarte.

Fantaseo con abrirte los cerrojos
con visitar tus pozos
con arrancar a besos el dolor de tus ojos.

Pero no tengo la llave
lo que conseguí acumular con los años
son muchos candados.

Nada duele más que verte triste y sentir que hubo un momento 
en que torpemente creí poder arreglar tu mundo, 
pero yo solo era otra tristeza que no supo cambiarte el rumbo.









17 octubre 2017

Luz crepuscular





Tu luz crepuscular
iluminando mi orilla
unos dedos paseando por la nuca
haciéndome cosquillas.


Quizá esta vez
sea la última
quizá mañana esta orilla
no sea iluminada.


Me enredo en tu cuerpo
con ansia inaudita
y me aferro como un naufrago
a las astillas.


Como si pudiera retener
el olor de tu piel
 y guardarlo después
en un cajón de la mesilla.

Quizá esta vez
sea la última
una triste huérfana de tus caricias
que espera tu luz crepuscular
sentada a solas

en una orilla.





10 octubre 2017

Alas pequeñas



Tus alas son demasiado pequeñas,
es lógico que no consigan elevarte
con todo ese peso que llevas encima.

Ademas, de no usarlas se han atrofiado
y parecen dos extremidades sin vida
que han perdido las plumas, y son carne y herida.

Tus alas fueron grandes algún día, pero es incompatible
tener los pies fijados en el suelo con lograr alzar el vuelo.

Se fueron encogiendo ante la evidencia de que no pensabas
utilizarlas.

Ahora son tan solo dos salientes en tu espalda, que a veces
incluso te molestan, como dos protuberancias cuyo relieve
no permite que te acomodes en tu terrenal existencia.

Cualquier superficie te molesta.
Veo tus cicatrices de perfil 
ocultas entre tus incontables grietas 
inevitable que se me llene la vida de pena,
porque te sobran las alas pero nunca te cansas
de tus pesadas cadenas.


Tus alas son pequeñas, porque eso sucede con las cosas
que no cuidas, menguan peligrosamente hasta desaparecer
hasta ser dos agujeros en tu espalda
recuerdo de unas alas que no podrás tener.

Entre todas las cosas que echaste a perder
estaban ellas  y estaba yo,
cosas que menguaron peligrosamente
hasta desaparecer.














04 octubre 2017

Y ahora te vas


Mirabas fijamente esa línea imaginaria,
siempre vigilante
para que nunca la cruzara.
Una linea en tus temores dibujada,
que nada escape a tu control
que no me vuelva confiada.


Cuando encendía la luz 
se nos llenaba el estómago de mariposas,
venías y reposabas tu cabeza en mi hombro.
Podía escuchar en el interior de mi alma 
una lenta cuenta atrás
y ahora que la luz se apaga
ahora te vas 

Cuando soplaba sobre las llagas para que no molestaran

y ante la falta de gravedad te anclabas a mi espalda,
en la carne desnuda te quedabas
y ahora que el huracán ha entrado por la ventana
ahora te vas.



Cuando te ofrecía mi piel como barca
para que no naufragaras en turbulentas aguas
y arrastraba en las olas mis rotas alas,
echabas amarre en mis fondos
y ahora que ya solo me queda la sal
ahora te vas.

Cuando llevaba pintada en la cara
una sonrisa tonta que demostraba
que a parte de mis burbujas nada importaba
posabas tus manos en mis ojos
y borrabas todo lo demás
ahora que ya no veo más allá de tu reflejo,

ahora te vas.






02 octubre 2017

Piezas desordenadas


Cometí el error de depositar mis partes frágiles
en unas manos temblorosas que no querían sujetarme.

A veces las cosas suceden aunque tú no quieras,
te vas liberando de capas sin darte cuenta
y un día estás desnuda y te preguntas si ya es demasiado tarde.

Aquellos pedazos flotando en el aire
a punto de estrellarse contra el suelo.

No vertí las culpas sobre aquellas manos
que ya tenían suficiente con su carga y solo me quedó
mi piel para volcarlas.


Has vuelto a reordenar las piezas que creías descolocadas,
y yo me he quedado aquí, mirándote, esperando aprender cómo lo haces.

Yo me he quedado aquí, a mil galaxias, sin entender nada,

esperando una razón que pese más de lo que me pesa el alma.

Con este espacio inmenso de por medio ya no me alcanzan las conjeturas.

Es culpa mía o de los dos o solo tuya.
Somos mentira, pedazos y excusas.

Has vuelto a sonreír como si la herida fuera un rasguño que tarda

poco en cicatrizar.

Y yo, con mis puntos de sutura, tirantes e infectados,

he olvidado respirar.

Estoy al otro lado, insignificante y callada, para no molestar.

Intentando reordenar mis piezas
del mismo modo rápido y eficaz pero siempre parece más sencillo
ser el otro.

Has vuelto a tu mundo como si yo fuera la tormenta

que desata el huracán,
tal vez lo sea de tanto lloverme hacia dentro
de tanto nublarme hacía fuera

Y mis piezas rotas por el suelo

no sé como se ordenan.




Para P.












27 septiembre 2017

Ven y te contaré




Si algún día olvidas lo que siente la piel bajo una caricia
y crees que has sido una roca toda la vida,
ven y te contaré lo que es tener la piel de gallina.

Si algún día
te da por creer que no has dejado rastro de tu paso
por las vidas que has tocado,
ven y te contaré lo indeleble que puede ser una sonrisa.

Ven y te contaré
como un efímero amor
pudo ver lo que tú no ves.

Si algún día
te abraza la soledad y sientes las sabanas frías
ven y te contaré lo que sigue quemando en las mías.

Que en un instante fugaz
llenaste el mundo de poesía
y que toda la oscuridad del universo
no puede apagar
la intensa luz que tenías.

Si alguna vez,
cuando el tiempo pase
por delante de tus ojos
y tengas miedo de lo que no has logrado ser,
ven y te contaré
que no se puede contener tanta belleza
detrás de los escudos que te hicieron de pared.

Que puede que hayas dejado 
alguna herida abierta sin buscarlo,
que el hermetismo te haya devorado
y que estés esquivando una culpa
que nadie te ha arrojado.

Ven y te contaré
todas las flores que has sembrado
y que aún llevan tu nombre.









21 septiembre 2017

Hola desconocido




Hola desconocido, no sé si me recuerdas,
soy la mujer alada que te llevaba el desayuno los domingos.
La que se marchaba de puntillas en el momento oportuno.
La chica de manos pequeñas que te ordenaba los huesos 
para que no te dolieran.

La que se sentaba descalza en el suelo
a cubrirte de besos y a hablarte de poemas.
La chica puzle a la que siempre le faltaban piezas.

La chica que no esperaba que la quisieras.

Hola desconocido, no sabes lo que he cambiado,
me he acordado de nosotros porque el día está gris, 
lluvioso y mojado.

De todo lo que pudimos haber sido
esto es lo que hemos elegido.

Con lo bonito que es abrazarse como si el tiempo
no hubiese transcurrido.
Hablarse con ternura del amor distinto
que ahora ocupa nuestro nido.

Bajo uno a uno los peldaños de todo lo que ya no seremos
y de todo lo que fuimos.

A 50 metros, escondidos el uno del otro
50 metros que se han convertido en el precipicio más grande 
que ha existido.

Nos miramos de reojo, calculando el regreso para no encontrarnos.
Eso somos ahora, dos cobardes cabizbajos
que se han soltado sin tacto.

Algo peor que dos extraños.


Hola desconocido, no sé si recuerdas lo bueno,
si has conservado alguna de las plumas de mis vuelos.
Soy la chica que fingía ser inmune a tu veneno
la que cerraba los ojos con cada beso
la que dejaba la puerta abierta 
por si alguna vez necesitabas un hueco,
la que pretendía quererte a cambio de nada
porque a ella le bastaba con tu presencia 
en su universo.


Hola desconocido,
dí adiós conmigo 
a lo que ya no seremos.









19 septiembre 2017

En el reverso



El paraíso puesto boca abajo
en el reverso de unas manos
y yo que ando despistado
en los nudillos sentado
mirando el paisaje con los ojos entornados.

Me has llamado
con una boca extraña
y mi nombre ha cambiado.

Ni una palabra
donde poder arraigar
y dejar reposar
mi alma cansada.

Ni una palabra
que la pena valga
que haga de contrapeso
y arranqué lo feo
de mis entrañas.

Lo sigo intentando
cada cierto tiempo
para encontrarle un sentido
a lo que llevo dentro.

Es imposible traspasar esas paredes
si las haces de cemento.

No busques nada escondido
entre mis preguntas sencillas
tan solo pretendia
lamerme las heridas.