Tu lluvia está empapando mis cristales.
Me miras a los ojos,
me muero por besarte.
Dejas tu olor en mi piel,
y solo puedo respirarte.
Nunca me repongo
de tus fugaces huracanes.
La ropa por el suelo
junto a los disfraces.
Deseo tanto tocarte, beberte, remontarte...
Jamás podré cansarme.
Me escurro entre tu cuerpo
siguiendo tus surcos
logras desatarme....
el empuje de tu dureza hace estragos en mi carne.
Me ardes en la piel a cada instante.
Amo tus lunares.
La oscuridad de tu mirada salvaje.
La forma en que me deshaces.
Tu seguridad, porque lo sabes.
Las turbulencias que creas en mis recónditos canales.
Tu forma de desnudarme
el ansia con que lo haces.
Me convierto en otra cuando me tocas.
Mi piel se vuelve insaciable,
se va disolviendo en gotas.
Inhalo aire ardiendo en los pulmones,
el aire espeso y bronco que expulsas
ha derribado mis temores.
Deseo quedarme a vivir en ese momento,
cuando no importa nada más que la cercanía de tu cuerpo.
Tu intensidad lo hace perfecto.
Somos almas carnales destruyendo el universo,
quiero quedarme a vivir en el último beso.