Tropezar
hace que durante un rato camines más concentrado.
El primer instinto:
girarse a comprobar que nadie lo ha visto.
Es duro tropezar sólo por ser uno mismo.
Comienzo a entender el mecanismo.
Si voy mirando al cielo, no me fijo en el camino.
Por eso somos distintos.
Si me caigo, me levanto, así de sencillo.
Debes entender que en mi cielo hay mucho brillo.
Tropezar,
porque empiezas a estar cansado,
tampoco llevas el calzado adecuado.
Te entretienes con las nubes y su forma,
con el aire que te roza....
con la esencia de las cosas.
Tropezar por estar concentrado en una prosa.
tropezar de vez en cuando con personas.