Esta furia se ha hecho grande,
ha
crecido por instantes
y en mi
alma ya no cabe.
Se golpea
en las paredes,
clava las
uñas en los salientes,
cuanto
más la disfrazo,
en
realidad más me duele.
Esa ira
que albergaba
escondida
en los rincones,
se va
inflando
y me ha
dejado sin espacio.
Va
estallando las arterias a su paso,
dejando
un reguero de desastre
y de
fracaso.
Esa
impotencia de sentir que te has mudado
a vivir
en otra piel que quema demasiado.
Esta
rabia que por fin ha colapsado
que me
está clavando a martillazos.
Me hago
un ovillo,
cruzo los
brazos,
esta
oscura necesidad
acoplada
a mi regazo
No ha
dejado nada a salvo.