Lo que quedará de mí y de mi paso por el mundo
serán estas palabras.
Planté semillas que no llegaron a ser un árbol
y hace tiempo decidí no llenar de más almas este mundo
que amenaza con acabarse.
Lo que quedará de mí serán palabras,
almacenadas por fecha y ordenadas.
Palabras que cuentan lo que sentí,
lo que amé, lo que dolió y por lo que mereció
la pena vivir.
Lo que quedara de mi viaje son las almas que toqué
y lo que sembré en ellas.
Quedaran los cuentos, las prosas y los poemas.
Quedaran las letras
y los ojos que tímidamente
bailaron sobre ellas.