Te tengo reservadas mil mañanas.
Desayunamos en la cama,
te interpreto los sueños
leyendo el fondo de la taza.
Caricias madrugadoras
y sonrisas con legañas.
Besos en el cuello,
el ímpetu y mis las ganas
robarte la almohada
servirte de alimento.
No puedo resistirme
a los envites de tu cuerpo.
Música los sábados
en nuestro universo,
cubrirte de besos
limpiarte los restos.
Carreras por el parque
variables de trayecto
tontos desencuentros
porque no sabes dejarte.
Llenar las estanterías
que ahora están vacías
poner flores en los jarrones
y darle sustancia a esa cocina.
Fotos de viajes,
libros de poesía
tu pragmatismo equilibrado
con mis teorías.
Tu suelo con mis nubes
fotografías de perfil
en las mañanas preciosas
que he guardado para ti.