El psicólogo estadounidense Arthur Aron creó en 1997 una batería de 36 preguntas con las que pretendía demostrar que dos personas desconocidas a solas, respondiéndose a dichas preguntas habrán creado un vinculo al finalizar el cuestionario.
Las 36 preguntas giran en torno a desnudarse el alma.
Son preguntas encaminadas a tener una conversación sincera y profunda.
-Para ti, ¿cómo sería un día perfecto?
-Si pudieras cambiar algo en cómo te educaron, ¿qué sería?
-¿Cuál es tu recuerdo más valioso?
...
El experimento fue un éxito.
Vino a demostrar que liberados de los filtros sociales y empujados a conectar con otro ser humano el resultado es amor o una versión modificada de este.
Como mínimo las parejas salían de allí siendo amigos.
Cuando le cuentas a alguien cual es tu mayor temor o cuales son tus sueños esa persona deja de ser un extraño.
Lo que el test de Aron demuestra es que para conocer e intimar con alguien lo que hace falta no es tiempo si no profundidad.
En la vida cotidiana, donde no tenemos guiones, conocer la respuesta que alguien que nos interese daría a esas preguntas puede llevarnos meses e incluso años.
Os dejo el enlace del experimento en su versión española, realizado en el programa El Hormiguero y os animo a que os fijéis no tanto en las preguntas como en el lenguaje corporal de dos seres humanos descubriéndose.
Para saber más
https://en.wikipedia.org/wiki/Arthur_Aron
http://verne.elpais.com/verne/2015/01/27/articulo/1422378751_604705.html