01 diciembre 2015

No ha sabido hacerlo nadie


A ti
que llenas los huecos 
y pones las piezas
en el lugar correcto.

Gracias.





Tengo tanta imperfección almacenada
en esta cabeza loca y desorganizada.

Una imperfección a la que tú llamas belleza.

Contigo parezco menos loca, menos rota, menos imperfecta.

Te has acostumbrado tanto a mis rarezas
que has terminado por decir que no podrías vivir sin ellas.

Con los años has logrado convencerme 
de que es magia y no locura.

Tengo tanta oscuridad y tanta desmesura
y una torpe forma de digerir la ternura.
Una hambrienta curiosidad que todo lo desnuda
y un orgullo absurdo incapaz de pedir ayuda.

Tú soplas en el aire y lo llenas de burbujas.
y despejas con caricias el terreno 
donde yo siembro mis dudas.

Contigo me parezco más a mí.

Sumas cualidades y matizas los defectos
haces más brillante la luz de mi reflejo.

Reparas conmigo las heridas que otros hacen
y mirarte es una clase magistral de ser valiente y ser gigante.

Tu amor, tu paciencia y tu cariño
han dibujado un sendero por el que siempre puedo volver
cuando me pierdo.

Solo tú has resistido hasta encontrarme
debajo del maquillaje y de los disfraces,
y eso, no ha sabido hacerlo nadie.