28 diciembre 2015

Cuando no estás

Siempre he sido destructiva, la abogada idiota de las causas perdidas,
especialista en explosivos y en paracaídas.

Veo la fragmentación a la primera,
y me lanzo a ella de cabeza.
Junto de nuevo los pedazos de lo roto.
No sé hacerlo de otro modo.

Doy mil vueltas en el taxi, cambio de opinión demasiado rápido a juzgar por sus giros bruscos.

No quiero ir.
No, no,no; me repito tercamente.
Le digo el nombre de tu calle mientras doy golpes en mi frente.

Ahora estás aquí, te miro inquisitiva
Pareces alguien diferente.

He decidido venir, me convenzo,
en el fondo soy valiente.

No creas que estoy nervioso, me sueltas fríamente.
El ruido de las bolas de billar
chocando estrepitosamente.

Sobra gente.

Sonrío, sonrío. ( Dientes, dientes )

Aparto la mirada para sentirme fuerte.
Eres un tren de mercancías y yo me he puesto enfrente.

Me tiemblan las manos. Eso es evidente....
para fingirme relajada te voy siguiendo la corriente.

El tono de tu voz
es mi sonido detonante.
Si levanto la mirada y se estrella con la tuya
comenzaré a evaporarme.

Pretendo estar distante,
pero mi cara de estúpida
empieza a delatarme.

Sonríes demasiado y has comenzado a relajarte.
Me gritan mis defensas desde los fondos neuronales.
Ya no puedo concentrarme.

Recuerdo tus manías y sonrió,
no sabes como me jode
lo que me gusta estar contigo.

No quiero resistirme,
mi fuerza frente a ti se vuelve incombustible.

Nunca quise irme.
Soy feliz cuando estás tan cerca
que puedo oírte respirar
No cabe duda que dolerá.
Pero duele más cuando no estás.