14 diciembre 2015

Curarte

Mi intención es curarte.

He comenzado por las heridas grandes
esas que huelen a hierro y saben a sangre.

Sabes que nunca fui muy buena
y nunca quise cuidar de nadie.

Las busqué y terminé por encontrarlas
unas sobre otras mal curadas.

Con cuidado las limpio y giro la cara
no quiero que se llenen de lágrimas.

Con afán reconstructor
me transformo en costurera.

Se rompen las agujas por la dureza de tu piel,
acostumbrada a los golpes, se ha convertido en pared.

No dejas de moverte, y sé que los puntos te escuecen.
Me gritas y me empujas porque las prefieres abiertas.

Abiertas e infectadas te recuerdan 
que todos los que pasan dejan huella.

Cuando sientes que pueden curarse
metes el dedo y las remueves para que nunca cicatricen.

Recojo el instrumental que llevé para curarte
y te miro con una tristeza que ya me queda grande.