Ay, decepción
que pronto has llegado
yo vestido de domingo
con las flores en un ramo
y ella lejos y desnuda
acunada en otras manos.
Ay, quebranto
que alto estás hablando
yo cubierto de su esencia
me voy tambaleando
mientras ella lejos
con firmeza caminando.
Ay soledad
que vacío me has dejado
yo viviendo en sus pestañas
a sus pupilas engarzado
mientras ella en la distancia
tiene los párpados cerrados.