13 abril 2016

Rozando tu interior



Esta luz que pretendías apagar
permanecerá encendida
de todos modos.


Con la yema de los dedos
he rozado tu interior
salpicado de semillas
de dolor y confusión.


Con la venda caída,
el amor partido en dos
y las palabras transformadas
por el tono de tu voz.


Desando el camino
que me acercó a tu mundo
recogiendo las migas
que marcaban el rumbo.


No vi la verdad
sentada frente a mí.
Todos mis sentidos
reservados para ti.


Y ahora soy menos yo
y hay menos vivir,
 con la yema de los dedos
he rozado tu interior
y yo no quiero estar ahí.