29 abril 2016

Tirar de un hilo





Tiraste con cuidado de un hilo
y me deshiciste entera.

Ese hilo era el extremo de mi costura,

cosido con tanto esmero que soportaba la tirantez 
de cualquier postura.

Siempre llega alguien tarde o temprano que se fija en el hilo suelto

alguien que no puede resistir la tentación de tirar de él.

Estoy preparando la maleta para marcharme a otro lugar

donde no esté tu presencia dando vueltas.

Quiero meter en ella las tres cosas necesarias

para empezar de nuevo, agujas, hilo y un dedal.

No sirve de mucho coserse de nuevo si tú estás cerca.


Eres tan descarado que miras los descosidos y ni siquiera

sientes vergüenza.

Estoy recogiendo mis cosas para marcharme a otro lugar

donde no esté tu presencia dando vueltas.

Me dijiste - No te vayas, no creo que te duela-

supe que deseabas verme convertida en piedra
y sabía que era imposible.

Cerré la puerta, arrastrando torpemente una maleta casi vacía

huyendo de forma cobarde para no mostrar el tejido roto que me
hacía sentir indefensa.

Tiraste con cuidado de un hilo

y me deshiciste entera.