22 abril 2016

Sentidos y razones

Tú eres la razón
yo soy el sentimiento
tú te impulsas hacia arriba
yo me vierto para dentro.

Es imposible
que podamos entendernos.
Cuando tú te diluyes
me contraigo y me concentro.

Pisas firme el suelo
yo camino por el viento.

-¿ Cómo estás?-
preguntas como todos
a modo de saludo.

Yo quisiera responderte la verdad
que lo hace todo más confuso.

Te miro fríamente
al tiempo que mido mi pulso.


Tengo la absurda manía
de buscarle razones al sentimiento.

Me pongo racional y pretendo
catalogar el desconcierto.

Pero luego vuelvo a sentir
y dejan de servir los argumentos.

Con esa batalla voy
tropezando por la vida.

Contabilizando daños, ausencias y despedidas.
Haciendo estadísticas sencillas
de las veces que me caigo y de los puntos de la herida.

Luego miro esos ojos o me distraigo en una caricia,
obedezco a mi intuición; desaparecen las medidas.

Genero debates en mi propio interior
que a veces gana el intelecto
y otras muchas,
demasiadas...
    la pasión.