18 noviembre 2015

Puedo ser indiferente

Puedo ignorarte.

Como ignoro el aire
entrando en mis pulmones.

Como ignoro el desgaste
de mis huesos
cediendo al tiempo.

Puedo obviarte.

Ya lo hice con tus defectos.
Con ese miedo que transformó
las confesiones en silencios.


Puedo dolerte.

Como duelen
las ventanas sin cerrar.

Como me duele esta
práctica pasividad.


Me debes razones
que justifiquen el daño,
las necesito para hacer
vendajes nuevos.


Puedo odiarte.

Como se odian las cadenas
que no logras arrancarte.

Como odio esta fragilidad
cediendo a las sacudidas
que generas, sin pensar.

Puedo borrarte

El tiempo hará la mayor parte.

Apartarme,
esconderme y resguardarme.

Puedo olvidarte.

Como olvido
que las buenas intenciones
están rodando en tu pasillo.

Me quedo con los libros que te traje
del viaje.
Tú puedes descorchar el vino
para brindar con alguien
distinto.

Puedo romperme
como se rompen las paredes
que no pueden contenerme.

Cuando actuó como si fuese
a poder hacerlo siempre.

Puedo ignorarte

como ignoro el hecho evidente
de que ya nos ha arrastrado la corriente.

Puedo ser un extraño,
puedo ser indiferente.