Puedo ignorarte.
Como
ignoro el aire
entrando
en mis pulmones.
Como
ignoro el desgaste
de mis
huesos
cediendo
al tiempo.
Puedo
obviarte.
Ya lo
hice con tus defectos.
Con ese
miedo que transformó
las
confesiones en silencios.
Puedo
dolerte.
Como
duelen
las
ventanas sin cerrar.
Como me
duele esta
práctica
pasividad.
Me debes
razones
que
justifiquen el daño,
las
necesito para hacer
vendajes
nuevos.
Puedo
odiarte.
Como se
odian las cadenas
que no
logras arrancarte.
Como
odio esta fragilidad
cediendo
a las sacudidas
que
generas, sin pensar.
Puedo
borrarte
El
tiempo hará la mayor parte.
Apartarme,
esconderme
y resguardarme.
Puedo
olvidarte.
Como
olvido
que las
buenas intenciones
están
rodando en tu pasillo.
Me quedo
con los libros que te traje
del
viaje.
Tú
puedes descorchar el vino
para
brindar con alguien
distinto.
Puedo
romperme
como se
rompen las paredes
que no
pueden contenerme.
Cuando
actuó como si fuese
a poder
hacerlo siempre.
Puedo
ignorarte
como
ignoro el hecho evidente
de que
ya nos ha arrastrado la corriente.
Puedo
ser un extraño,
puedo
ser indiferente.